Guía de Sekiro para los jugadores impacientes, los que vienen de Bloodborne o Dark Souls

Ha sido un hermoso mes de Sekiro al que hoy le ponemos fin. Nos habéis acompañado a través de 21 artículos en los que hemos repasado los antecedentes históricos de su ambientación, hemos teorizado sobre las posibles conexiones con obras anteriores de From Software y barajado cómo sabrá ese nuevo sigilo y verticalidad en la receta magistral de Miyazaki.

 

Mañana llega Sekiro, el trabajo de uno de esos estudios cuyo lanzamiento significa una celebración del videojuego en su forma más honesta y pura: single player, aventura y listos para un viaje emocionante. Al menos, así lo siento yo siempre que From Software, Naughty Dog o Hideo Kojima presentan juego o cuando llega un nuevo Final Fantasy.

 

Muchos de vosotros tendréis vuestro juego precargado para empezar vuestras partidas hoy a las 00:00. Para todos los que lo vayáis a hacer quiero daros un consejo: armaos de paciencia, saboread cada paso y no rusheéis los escenarios; o como decimos en Galicia: 'acouga, filliño'.

 

Impaciente como soy, estos días he comenzado a ver algunos gameplays de los primeros afortunados en tener el juego. Lo que he visto ha sido una mala aproximación a un título complicado de entender de primeras. Están los que vienen de Bloodborne y se lanzan al combate cara a cara. También hay algunos que han jugado a Dark Souls y saben que correr es una buena decisión, ¿para qué combatir? Pero Sekiro no es Bloodborne ni Dark Souls.

 

Lo que tenéis que hacer es jugar despacio. Aprovechad el gancho para colgaros de lugares altos, emplead el sigilo para acercaros a los enemigos, pero no para matarlos, sino para escucharlos. Ahora se pueden oír las conversaciones de nuestras víctimas, ¿os imagináis la cantidad de lore que ahí se halla?

 

 

Siempre que se os resista un boss, recordad que podéis emplear la verticalidad del escenario y su mayor amplitud para explorar. En Sekiro se hace un uso más profundo de los ítems que en los otros títulos del desarrollador. Podemos hablar y no solo escuchar a otros. Esto se traduce en una mayor entrega de pistas para comprender cómo matar a nuestros rivales.

 

Tras Déraciné, Miyazaki ha creado un juego de explorar, escuchar y luego aplicar lo aprendido. Tenemos que ser tal letales como un limpio tajo de katana. Hay que aprender a jugar con orden y mesura. Así que no os estropeéis uno de los títulos más importantes de este año jugándolo mal, hacedlo despacio, explorad cada rincón, buscad lore, investigad el pasado a fondo de nuestro protagonista, tomaos todo el tiempo del mundo a aprender a manejar los deflect, y luego jugad.

 

Recordad que no todos los días se lanza un The Last of Us 2, un Metal Gear Solid 3 o un Sekiro, así que gozadlo a sorbitos, como también haremos en la redacción de mundogamers. Y cuando tengáis un rato no dejéis de leer la explicación a la situación socio-política del Japón al que nos lleva Sekiro.

 

Feliz 21 de Sekiro. Y gracias a todos por acompañarnos fielmente durante todo este mes que mañana acaba y empieza.

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