GTA V y su excelsa presentación de los protagonistas
Estamos preparando el próximo MGPodcast+ en el que elegiremos nuestros mundos abiertos favoritos de la historia. Si sois patronos podréis escucharlo (y apoyarnos, que la cosa no anda muy bien) y también participar. En mi preparación no he podido olvidar el que para mi gusto sigue siendo un auténtico referente en el género: GTA V. La última entrega de la saga de Rockstar Games ya tiene unos años, es originaria de la anterior generación pero sigue siendo imbatible en multitud de aspectos.
Una de esas características insuperables es la manera que utiliza GTA V para presentar a sus tres personajes protagonistas. En esta aventura tendremos que vivir determinadas vivencias en conjunto y por separado con Michael, Franklin y Trevor, que son perfiles absolutamente contrapuestos. La maestría de Rockstar, siempre presente, destaca en la capacidad de hacer entender al jugador que los tres protagonistas tienen personalidades y maneras diferentes de enfrentarse a los mismos problemas. Creo que no soy el único que juega de manera distinta al juego dependiendo de cuál sea el personaje que controla. ¿Lo mejor? Que son capaces de transmitir este mensaje en los primeros minutos de aparición de cada uno de ellos.
Esto lo consigue en gran medida gracias a la presentación inicial. Michael inicia su andadura en el psicólogo, contando sus estrafalarias vivencias con sus hijos y dejando en evidencia que sus problemas son otros más allá del dinero. Franklin, por el contrario, se presenta en los barrios bajos, es negro en un país racista y con amigos pandilleros, en busca del dinero (que es más fácil delinquiendo). Trevor sólo necesita dos minutos para demostrar que es un psicópata asesino al que le importa más bien poco el mundo exterior, capaz de hacer cualquier cosa para alcanzar su meta (que ni él mismo sabe cuál es). Unos pocos minutos y el jugador ya sabe a quién está controlando, cómo se comporta y se siente inspirado para interpretarlo. Los actores de doblaje elegidos, su acento, tono de voz, maneras de expresarse, guion, frases... todo está medido al milímetro para conseguirlo.
Es una de las muchas genialidades con las que cuenta un juego que está a punto de cumplir 6 años y que para muchos continúa siendo un referente absoluto. De hecho, esta presentación de los protagonistas, lo orgánico que resulta el sistema de cambio en tiempo real entre ellos, cómo se plantean las misiones en el mapa, cómo se justifican los desplazamientos, su guion, sus misiones, su sistema de conducción... está por encima de casi todas las obras de mundo abierto aparecidas posteriormente en el mercado. Para mí, de forma personal, me parece que GTA V está un paso por delante incluso de Red Dead Redemption 2, la gran obra posterior de Rockstar Games.
Hace poco recordaba a GTA San Andreas como el mundo abierto más impresionante de la historia, aquel que en cierta medida supo cambiarlo todo en el género. Pero los años han pasado por él de forma evidente. GTA V es el reflejo de obra casi perpetua, capaz de aguantar casi tres generaciones de consolas siendo un referente e insuparable en ciertos aspectos como el que hoy destaco. Que su base siga siendo explotada hoy día por su vertiente multijugador, GTA Online, con un éxito abrumador y también se use para fenómenos como GTA Roleplay del que también os hablé recientemente, no hacen más que evidenciar el tipo de obra del que hablamos. Pensar en lo que será capaz de hacer Rockstar la próxima generación de consolas con GTA 6 me produce un intenso y agudo placer.
<< Anterior Siguiente >>