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A 2021 le pido que el Triple A siga siendo valiente y original, tomando el testigo de los indies

Un cambio necesario del que extraer conclusiones
Por Álex Pareja

En este último par de años he llegado a la misma conclusión cuando realizaba mi lista de GOTYs con mis videojuegos favoritos del año y tras reposar un poco todo lo jugado en estos doce meses: donde antes estaban los estudios independientes ahora están los Triple A o grandes producciones. Lo que años atrás demandábamos está ocurriendo ahora y por eso pido que el 2021 siga la misma tendencia: aquella que haga que los grandes creadores de videojuegos quieran apostar por las ideas originales y los locos planteamientos que hace no demasiado eran solo cosa de indies. 

 

Lo comentábamos también en el MGPodcast que dedicamos a la selección de los mejores videojuegos de 2020 llegando a la conclusión de que será algo cíclico, de que las ideas más revolucionarias o menos vistas en el medio irán turnándose entre grandes y pequeños estudios. Pero el panorama en la actualidad es bastante claro: son estudios como Naughty Dog con The Last of Us: Parte II los que establecen una comunicación valiente y muy interesante sobre la posición del jugador en un videojuego, traspasando los límites de la interpretación de un personaje o de su avatarización; casos como 13 Sentinels: Aegis Rim los que dan un vuelco con una propuesta que retuerce la narrativa y nos invita a jugar con ella. El año pasado también vivimos el caso de Death Stranding, con una criticada propuesta sobre "caminar". Son características que hace años solo hubiésemos visto en casos puntuales de creadores independientes, que refrescaron a una industria que lo necesitaba. 

 

 

El Triple A sigue teniendo obras intrascendentes y que repiten fórmulas conocidas hasta la saciedad, porque es lo que el público demanda y, niños, recordad que esto no deja de ser un negocio. Pero esa misma situación lleva unos años aconteciendo en el terreno de los desarrollos independientes, con obras que solo replican casos de éxito para tratar de encontrar un hueco en el mercado que permita rentabilizar su trabajo. De aquí también podemos extraer una conclusión: es más rentable no arriesgar, pues es más fácil llegar al público imitando la fórmula de los Souls, por ejemplo, que aportando algo verdaderamente rompedor y nunca antes visto. La tendencia de mercado de los indies ha cambiado en los últimos años y la verdad es que hace mucho que no encontramos un Gone Home, un Her Story o similares, aunque, por supuesto, siguen existiendo pero de forma menos habitual.

 

Por eso debemos aplaudir este tipo de obras, nos gusten más o menos. Los casos que he citado anteriormente han decepcionado a muchos jugadores, pero es imposible querer arriesgar mínimamente y gustar a todo el mundo. Yo valoro estas propuestas y las considero indispensables para que la industria siga aportando ilusión. Si supiéramos cómo van a ser todos los videojuegos de gran presupuesto de todas las empresas, ¿qué nos movería? Tenemos que poner esa responsabilidad en los creadores pero también en nosotros mismos. Quizás no te guste que el nuevo juego de Kojima vaya de llevar cajas caminando en un páramo desierto, pero es interesante que se planteen estas propuestas diferentes, que se toquetee con elementos novedosos y que no volvamos a tener otra entrega numerada de una saga ya conocida que sigue marcando las mismas pautas de siempre. 

 

Gone Home

Antes era normal encontrar desarrollos independientes que rompieran todos los esquemas e influyeran en el devenir de otros desarrollos, ahora eso es más excepcional

 

Ojalá 2021 nos vuelva a regalar algunas propuestas tan interesantes, tanto en el terreno de los Triple A como en el de los indies, es indiferente, aunque ahora la tendencia parece del lado de los estudios que pueden manejar grandes presupuestos. Creo que el valor de las grandes producciones y de los autores está creciendo de forma exponencial en una industria que lo necesita para seguir avanzando, a pesar de seguir en pañales comparado con otras ramas culturales. Nosotros también debemos formar parte de esta ecuación valorando y apoyando estas propuestas, diferentes pero refrescantes. Que no todo tengan que ser mundos abiertos pochos y batallas reales, por favor, que de vez en cuando podamos tomar un vasito de agua en el desierto.

 

Y ojalá este 2021 también sea mejor para todos y en especial para vosotros, que nos leéis todos los días. ¡Feliz Año!


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