Splatoon 2.0, ahora sí es un juego completo

Justo como Nintendo había prometido en mayo, tres meses más tarde Splatoon es un juego diferente al que tuvimos en su lanzamiento, no sólo tras su actualización 2.0, sino que el proceso ha ido semana a semana, ampliando el contenido con nuevas armas y nuevos escenarios. Ya había hablado de ese proceso previo a agosto aquí, pero ahora, tras unas semanas probando todo lo nuevo al ritmo que el propio juego permite, toca hablar de nuevo de Splatoon.

No, el juego no se merece un reanálisis o un cambio de nota, como ya habíamos explicado hace unos meses al hablar de juegos cambiantes, pero por supuesto, se merece que hablemos de ese cambio a mejor que ha sufrido de forma completamente gratuita. Hay formas de verlo, puede pensarse que todo esto pudo haber llegado con el juego desde su lanzamiento aunque hubiese sido más tarde, y puede ser una sencilla estrategia para que se hable de Splatoon durante mucho tiempo y no sólo durante su mes de lanzamiento, pero al fin y al cabo, sigue siendo un juego de Nintendo, cosa que tendría sentido ya que al hablar de un juego centrado en el multijugador online, ese all-green de Nintendo no tendría por qué cumplirse como se cumple con otros juegos cuyo valor no disminuye en absoluto con el paso del tiempo.

Splatoon 2.0 lleva entre nosotros un par de semanas, y después de probar a fondo todo lo que tiene que ofrecer, se puede concluir que, si, Splatoon es mejor juego ahora de lo que era en mayo, pero eso no es motivo para darle ahora un punto o medio extra a su calificación. La base del juego sigue siendo la que es, y aunque no se puede decir que ahora esté escaso en contenido, la mayoría de aquellas decisiones cuestionables que estaban en mayo siguen ahí, aunque tengan la justificación de sus desarrolladores.

Con respecto a mayo, hay tres nuevos tipos de arma (y numerosas nuevas dentro de cada tipo), siete nuevos mapas, tres nuevos modos de juego y más de 40 nuevas partes de personalización de atuendo, y ya de paso, algún que otro incentivo para jugar más allá de llegar al nivel máximo (antes 20, ahora 50). Ahora ya se puede hablar de un juego 'completo', aunque el contenido seguirá llegando próximamente, y los propios desarrolladores han confesado que querían 'acumular' contenido para que la actualización 2.0 fuese mucho mayor, pero debido a la tal vez inesperadamente alta demanda del juego, decidieron ir añadiendo contenido poco a poco.

Esas nuevas armas tienen muchas características especiales que bien las diferencian de las tres iniciales. Está claro que no hay un arma por encima de otra, unas vienen bien para unos escenarios y otras para otros, e incluso dentro del mismo escenario, dependiendo del modo de juego viene mejor saber diferenciar entre Lanzatintas, Rodillo, Cargatintas, Pincel, Derramatic y Tintralladora, y por supuesto hay que saber cómo emplearla y por dónde, dependiendo de las armas que hayan escogido tus compañeros de equipo.

Como pedir coordinación en algo así es prácticamente imposible, para eso han llegado también las partidas por equipos con amigos. Dos, tres o cuatro amigos pueden enfrentarse juntos, y no revueltos al azar, a equipos formados por otros amigos, algo así como si de una guerra de clanes se tratase, y ahí es donde se ven auténticas buenas partidas con equipos bien compenetrados (a pesar de que es inexcusable la falta del chat de voz aquí), y te ahorras esos disgustos que da que te toque alguien que no sabe muy bien en qué modo de juego está.

Porque claro, al igual que persiste la rotación de dos mapas cada cuatro horas, también está la rotación entre modos competitivos, y cuando enciendes la consola porque tienes un ratito para jugar, nunca sabes muy bien si te va a tocar Pintazonas, Torre o Pez Dorado. Los tres son modos de juego muy buenos, variaciones con personalidad propia de modos online ya conocidos de otros juegos, pero, por muy justificado que esté, sigue sin gustarme la idea de que sea Nintendo y no yo quien decida a qué modo y en qué mapa puedo jugar.

Esa justificación oficial de la rotación, habla de hacer que los jugadores no se acomoden siempre con el mismo equipamiento, ya que en cada combinación de dos escenarios y modo de juego puede encajar mejor un arma que otra, y a dicha arma le pueden acompañar mejor unos atuendos con unos potenciadores u otros. También está el hecho de que, si se separasen por completo los cuatro modos de juego diferentes, con el paso de poco tiempo habría más problemas para encontrar partidas en alguno de ellos.

Pero por mucho que esté ahí la explicación, no me convence cuando se trata de hacer las cosas al revés del formato que funciona., y lo de ir a contracorriente se le da bien a Nintendo, y es bueno cuando es para hacerlo mejor, pero cuando es para peor, hay que saber rectificar. Aún hay lugar al cambio que haga que desaparezca esa sensación de repetitividad tan molesta que llega cuando pasas cuatro partidas seguidas en el mismo mapa, partidas que en Pez Dorado (un 'Captura la bandera' con varios buenos giros) se pueden llegar traducir en treinta segundos de juego hasta el touchdown si un equipo es muy ágil, y luego un minuto entre partida y partida.

Así que, sí, Splatoon ha cambiado en tres meses, ha mejorado, y gracias a la gran base que ya nos presentó en mayo y que se mantiene, sigue siendo un soplo de aire fresco a un género que lo necesita. Pero aún puede mejorar mucho más.