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Analisis Fire Emblem: Shadow Dragon DS

Martes 20 de Enero de 2009 por Víctor Junquera

En 1990, en pleno apogeo de la era NES, surgió en Japón el primer Fire Emblem, título con el que se haría popular la saga de RPG estratégico de Intelligent Systems, pero no fue hasta trece años más tarde, con varias entregas a sus espaldas, cuando la saga se dio a conocer en occidente.

Gran parte de que Nintendo quisiese dar a conocer la saga mundialmente, viene dada por el éxito que obtuvo Super Smash Bros. Melee, para Gamecube, que contaba con dos personajes de la saga Fire Emblem en su plantilla de luchadores. Uno de ellos era Roy, protagonista de la sexta entrega, y primera de Game Boy Advance, y el otro, Marth, el protagonista del juego que nos ocupa.

No, no es una paradoja temporal. El Príncipe Marth es el protagonista de Fire Emblem Shadow Dragon, un remake de la primera entrega de la saga, un buen movimiento por parte de Nintendo, ya que la saga ya cuenta con una gran base de fans en todo el mundo al contar con entregas en todas las plataformas de Nintendo, siendo no exlusivas de Japón dos de las tres aparecidas en Game Boy Advance, una en Gamecube, y su continuación en Wii, Fire Emblem Path of Radiance, del que podéis leer el análisis de Mundogamers haciendo click en este enlace.

A pesar de ser todos ellos parte de historias distintas (salvo en algunos casos en que son continuación argumentalmente directa), todos los títulos de la saga cuentan con una serie de constantes basadas en el mundo de magia y espada en que están ambientados, combinando los géneros de estrategia y RPG para dar un producto con unas características únicas.

El origen de la saga


Fire Emblem Shadow Dragon nos narra la historia de Marth, un noble príncipe que se ve obligado a abandonar su tierra tras la traición de un reino aliado. Así, con la reaparición de un mal exterminado tiempo atrás llamado Medeus y acompañado del Dragón de las Sombras, Marth deberá buscar el Emblema de Fuego y la Espada de la Luz que sólo él puede blandir para hacerles frente y recuperar su reino.

Como en otras entregas de la saga, los conflictos entre reinos de un mismo continente están a la orden del día, y el protagonista, expropiado de su ejército y de su poder, deberá hacer uso de su bondad y su buen hacer en la batalla para conseguir aliados que le ayuden a lograr sus metas.

En este caso, la profundidad argumental brilla por su ausencia, aunque si bien es muy correcta pensando en su época de origen, pero sin duda sabrá a poco para aquellos que vengan de Radiant Dawn como última toma de contacto con la saga. El hecho de que sea tan plano viene dado básicamente porque son pocas las unidades con cierto peso argumental en comparación al resto de entregas, pero en contrapartida, es un beneficio por el hecho de pertenecer a una consola portátil, y prima la importancia de la jugabilidad sobre el trasfondo argumental.

A pesar de ello, tanto la calidad de la historia como la de las misiones (y su extensión y duración, por qué no decirlo) va in crescendo a partir de la mitad del juego.

A pesar de ser una revisión de un título de hace tanto tiempo, las bases de la saga no se han visto alteradas. Un terreno dividido en casillas por una cuadrícula, unidades aliadas por un lado, en desventaja numérica frente a las unidades enemigas desperdigadas por el extenso mapeado de batalla. Saber aprovecharse del triángulo de armas (un piedra-papel-tijera con espadas, hachas y lanzas) y planificar una estrategia efectiva serán las bases para avanzar con éxito en Fire Emblem. Contaremos con una gran variedad de unidades distintas, desde jinetes a arqueros, pasando por magos, curanderos y espadachines, cada uno con unas características y habilidades para las armas únicas.

Pero siempre hay que prestar atención a que ninguna unidad pierda la vida, pues al contrario que en los RPGs al uso, las unidades caídas en combate no podrán volver a la vida, y en muchos casos perderemos cierta parte argumental.

En cualquier caso, las condiciones de victoria y derrota de cada una de las 25 misiones del juego están perfectamente especificadas, siendo generalmente necesario para ganar derrotar al comandante del ejército enemigo y llevar a Marth a una posición indicada, pero sin perder cuidado, ya que la muerte de éste es la causa principal que puede llevar a perder la partida y tener que reiniciar la misión.

Las novedades más destacables con respecto a los otros títulos de la saga aparecidos en occidente son, entre otras, los puntos de guardado en mitad de las fases, y el sistema de cambio de clases. El primer dato es sencillo, pisando determinadas casillas, podremos tener un check point. El segundo tiene más miga. A partir de determinado momento, podremos cambiar la clase de la unidad que elijamos antes de entrar en batalla, cambiando sus estadísticas y su manejo de armas. Así, habrá más profundidad a la hora de planificar una estrategia, como por ejemplo, cambiar a las unidades voladoras a clases terrestres cuando en un mapa tengamos que enfrentarnos a muchos arqueros enemigos, o llevar bastantes magos si lo que abundan son unidades acorazadas.

Por lo demás, el sistema de promociones sigue igual. A partir del nivel 10 (con un máximo de 20), una unidad podrá promocionar a una clase superior gracias a un objeto, con determinadas excepciones. Y por supuesto, para que una unidad suba de nivel, tendrá que entrar en combate y salir victorioso, o al menos no caer en él.

Aparte de estas novedades, Intelligent Systems ha sabido adaptar el juego a las nuevas tecnologías, permitiendo opciones tanto de combate como de negocio vía conexión Wi-Fi. Además de un modo batalla que hará que quieras profundizar más en las partidas de un jugador, existirá una tienda virtual cuyo contenido variará con frecuencia.

Remake por dentro y por fuera


Lo primero que llama la atención es el cambio de aspecto gráfico en general.

Conservando los diseños originales, la estética de la saga adquiere un punto más realista que la típica de manga a la que estamos acostumbrados desde hace ya muchas entregas, e incluso el aspecto gráfico del juego se ve con un tono algo más sucio y oscuro, lo que le da cierta parte de ?realismo? frente a los sprites coloridos y las animaciones exageradas con las que vienen conviviendo los fans de la saga.

Cabe mencionar además que los artworks del juego, normalmente utilizados como fondo para escenas importantes, corren a cargo del famoso mangaka Masamune Shirow, autor de conocidas obras como Ghost in the Shell o Appleseed.

Por lo demás, sin entrar en gustos personales sobre el acertado o no cambio de estética en la saga, es indudable que los renders que aparecen al entablar un combate entre dos unidades están perfectamente animados, y a pesar de que este juego no sea precisamente un gran alarde tecnológico, sí que se puede decir que no adolece de ningún problema que cause una mala impresión.

Algo similar ocurre con la banda sonora. Siendo conscientes de que Nintendo DS puede dar mucho más de sí, las melodías son muy correctas y variadas, además de acompañar perfectamente a las situaciones que se nos proponen. Por supuesto, son versiones remasterizadas y adaptadas de los temas de la versión original, además de contar con algunos temas ya clásicos en la saga. Como nota curiosa, seguro que los aficionados a Super Smash Bros. Brawl, de Wii, reconocen varios de los temas que aquí suenan.

CONCLUSIÓN - Fire Emblem: Shadow Dragon -


Intelligent Systems nos propone una vez más una aventura épica de caballeros, castillos y dragones. A pesar de que puede parecer, a priori, plano en cuanto a desarrollo, no se le puede pedir más teniendo en cuenta que es un remake del primer título de la saga.

Un nuevo sistema de cambio de clases para dar un poco más de profundidad estratégica a las misiones compensa la escasez de variedad en las mismas con respecto a otros títulos de la saga que nos podrían reportar un desafío algo mayor. Aún así, para los insaciables, el juego cuenta con varios niveles de dificultad y el aliciente de los combates online.

Fire Emblem Shadow Dragon es uno de los mejores juegos que han salido últimamente para la portátil de Nintendo, y eso es decir mucho, dada la cantidad de buenos títulos que nos ofrece, y además, permite a los fans de la saga conocer las aventuras del Príncipe Marth en exclusiva.

NOTA FINAL: 8.5


A FAVOR Y EN CONTRA - Fire Emblem: Shadow Dragon -


A favor:

- Muy bien ajustado para el formato portátil.
- Gráficamente muy sólido.
- Por fin la aventura de Marth en perfecto castellano.
- No empaña la jugabilidad clásica de la saga.

En contra:

- Personajes muy planos para lo habitual en la saga.
- Perder una unidad sigue siendo un incordio.

INFORMACIÓN DEL JUEGO - Fire Emblem: Shadow Dragon -


GENERO: RPG Estratégico
DURACIÓN: Media
MODOS DE DIFICULTAD: 2
MODO MULTIJUGADOR: Sí, batalla
MODO ONLINE: Sí, batalla y tienda
EXTRAS: Sí, Teatro de escenas y Sound Test

FICHA TÉCNICA - Fire Emblem: Shadow Dragon -


DESARROLLADORA: Intelligent Systems
DISTRIBUIDORA: Nintendo España
LANZAMIENTO: 05-12-08
CALIFICACIÓN EDAD: +7
Precio (?): 36,35?
8.5

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