Partiendo de la base de que ?Spectrobes? no deja de ser un juego claramente basado en la saga ?Pokemon?, con la cual le unen muchas similitudes, hay que decir que el juego de Disney presenta ideas originales suficientes como para conseguir una identidad propia sólida. Su principal inconveniente, no obstante, nace en su desarrollo, demasiado carente de ritmo como para atrapar profundamente al usuario.
Esta secuela, que aparece en el mercado un año y medio después que la primera parte, ha sido desarrollada de nuevo por el estudio Jupiter. Y, nada más empezar a jugar, queda claro que la política creativa ha sido totalmente continuista, recuperando la interesante pero mal ejecutada fórmula de la anterior entrega. Por lo tanto, volvemos a encontrar las mismas virtudes y errores.
De todas formas, gracias al amplio tutorial que encontramos al principio del juego, los usuarios que no hayan disfrutado de la primera parte no van a tener problemas en hacerse relativamente pronto con el dominio de este lanzamiento. La historia tampoco resulta un problema es este aspecto, puesto que los personajes enseguida nos ponen al día de la situación que se vive en el ?universo de Spectrobes?.
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