Terry Bogard es una incorporación excelente a Super Smash Bros. Ultimate
Terry Bogard llega a Super Smash Bros., y yo que me alegro. Ni Banjo ni los héroes de Dragon Quest me gustaron. El personaje de Rare me pareció poco efectivo y nada flexible, mientras que los de Square tenían demasiado azar sujeto a ellos. Pero más allá de eso, con los juegos de lucha sucede que, simplemente, no te sientes cómodo con un personaje u otro porque no hay química. Con Terry me ha ocurrido lo contrario, ha sido amor a primera vista. Tienen un flow maravilloso.
La mayor baza del luchador de SNK es su fabulosa capacidad para combear. Con el ataque normal puedes meter un combo básico que conecta con los especiales de Terry, de forma que si agarras a puñetazos al rival puedes ser muy contudente. Cuenta con su mítica power wave, su habitual ‘magia’ que se arrastra por el suelo y que parece diseñada para Smash. Sabe castigar a tu enemigo si está sujeto al borde del nivel, también sirve para permanecer más tiempo en el aire si se necesita.
Con su burn knuckle, Terry sale proyectado hacia adelante con su puño cargado de poder. Lo interesante es que aunque le tocase caerse por llegar al límite del escenario, se queda sobre él, con lo que no solo es potente, sino también seguro.
Los combos con el smash normal pueden conectar con muchísima facilidad con el power dunk, que empieza con un rodillazo hacia arriba y acaba con un puñetazo hacia abajo, y su rising tackle: una patada en giro vertical y ascendente. Esta última, además, funciona muy bien como antiaéreo y para regresar al ring tras el doble salto si nos caemos. Personajazo.
El problema que tiene Terry es que telegrafía mucho sus movimientos, por lo que hay que tener cuidado de ejecutar sus especiales. Una vez lanzados, se queda expuesto unas décimas de segundo que el rival puede aprovechar para lanzarte por los aires.
Me sigue pareciendo tremendo lo que consigue Sakurai adaptando a luchadores tan, tan distintos a su sistema de juego tan, tan concreto. Terry no se controla como en The King of Fighters o Fatal Fury, pero las sensaciones son muy parecidas, y si el daño que le hacen sobrepasa el 100% entonces puede ejecutar sus golpes definitivos emulando los mismos que en el arcade.
Pero cuando Smash trae a un nuevo invitado no solo llega él, también una potente colección de melodías, espíritus invitados de la franquicia y un escenario en el que se ve la pasión y la dedicación de Sakurai. El espíritu de leyenda es Geese Howard, y derrotarlo es razonablemente sencillo.
Para su ring me hubiera gustado que se hubieran inspirado en lo más indentitario de SNK: lo callejero. Su zona de batalla es un estadio, hubiera preferido algo más urbano porque le va a más a la marca; pero qué más da. A cambio se han incluido los personajes más míticos de la franquicia para dar ánimos, todo modelados con esmero para la ocasión. ¿Y Mai? Bueno, el juego quiere seguir siendo family friendly.
Terry Bogard se ha convertido en mi personaje favorito llegado desde el DLC, así que si dudabais si adquirirlo o no, yo digo que sí tanto a este como al protagonista de Persona 5.
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