Sony no irá al E3 el año de lanzamiento de PS5, y me parece un error a medio plazo

Esta semana La Noticia es la ausencia de Sony en el E3. Una ausencia que tiene sus motivos y que muchos se veían venir. Una ausencia que, lo reconozco, daba por imposible dada las fechas en las que estamos. El cambio de guardia en la ejecutiva de los nipones parece venir con nuevos aires, y todo apunta a que esta generación nos vamos a encontrar con una Sony más centrada, más comedida y, lamentablemente, menos abierta al usuario.

 

 

Todo sigue igual

Vaya por delante que todo sigue igual al margen de las decisiones de este nuevo ejecutivo de bandera. El E3 seguirá siendo un evento importante con la presencia -fuera del Convention Center, eso sí- de Microsoft y su nueva Xbox Series junto a varias third parties que, ya sea dentro o fuera del recinto, presentarán una buena bateríe de títulos tanto para la nueva consola de los de Redmond como para PS5. 

 

Esta es una de las apuestas que han ayudado a Sony, que sabe que su consola estará presente en manos de las third parties  aunque ellos no estén, y que esto les permitirá una mejor gestión de sus recursos y presupuesto invirtiendo en eventos propios. La idea de los nipones es 'participar en cientos de eventos alrededor del planeta en un año de celebración con sus aficionados'. Una decisión lícita y válida que, sin embargo, causa malestar en algunos usuarios. 

 

 

Al otro lado del charco

Y es que hay que entender que, si bien aquí en España pocos son los que cruzan el charco para asistir al evento si no es por motivos profesionales, nuestros amigos de latinoamérica sí ven la decisión de Sony como un problema. Un problema que afecta a una asistencia al E3 en la que van a echar de menos la firma japonesa y que deja vía libre a Xbox, aunque sea fuera del recinto central, para reforzar los lazos que los de Redmond llevan años estrechando con la comunidad hispana.

 

Todo tiene su cara y su cruz, pero es comprensible que haya quien no comulgue con esta decisión. No compro las quejas de una ESA que lleva años ahí ni las quejas por el trato a unos trabajadores que dependen de la compañía y no de la organización del evento. Sí compro, sin embargo, que Sony ha decidido cambiar de rumbo y, como ya decía el año pasado, ahorrar unos yenes que puede distribuir mejor en eventos cerrados en los que puede mantener todo el control. Aunque eso también tiene sus luces y sus sombras.

 

 

La estrategia Apple

Ayer Julián trataba este mismo tema con mucho más arte que yo, y mencionaba un punto que me parece muy inetersante en su discurso. Sony está reflejando el comportamiento de otras compañías al empezar a apostar por eventos propios y cerrados, una práctica que inició Apple y que obviamente es tan legal como otra cualquiera. El problema está en que esta estrategia, la de Apple, quiero decir, no se queda ahí, sino que extiende a la hora de controlar quién accede a su información, quién participa en sus eventos y qué medios tienen acceso a sus productos. Algo que cada vez es más frecuente y que ADSLzone criticaba duramente en abril del año pasado hablando del veto de Apple a los medios de comunicación.  

 

No digo que Sony esté controlando su información ni vetando periodista, pero todo apunta a que podría ser una vía de cara a los próximos años. Las 'filtraciones por sorpresa' han demostrado a la compañía que cualquier noticia sobre PS5 es rentable y recibe gran repercusión, y los pocos datos que han ido soltando se han convertido, incluido su logo, en una fuente de expectación y visitas. Queda claro que PS5 venderá como churros y que repetirá éxito de salida, pero la generación es larga. Apoyarse en las predicciones y abandonar la política que les ha ayudado a llegar a este punto no es la mejor idea del mundo. 

 

 

Cambiando las tornas

Digo en el titular que la ausencia de Sony en el E3 2020, el año en que sale PS5, es un error a mdio plazo, y lo digo porque estoy convencido de ello. La situación actual de cara a la next gen ha cambiado, y mientras Microsoft trata de enmendar los múltiples errores del pasado -aún les queda trabajo-, veo a Sony repitiendo algunas de las malas ideas de la Microsoft de Terry Mierson y Don Mattrick. Una Sony que no te obliga a comprar Kinect pero sí a comprar PS5 desde ya si no te quieres quedar atrás. Una Sony que sabe que PS5 va a ser un éxito de salida, pero que confía toda una generación en nuevos directivos que han sido contratados para reducir costes a costa del usuario y llevar a cabo una política más cercana a la de Microsoft en 2013 que a la de Sony en el mismo año.

 

Las consecuencias de la mala gestión de Microsoft de 2013 a 2015-16 todavía perviven en nuestra industria. Son las que hacen que sea más rentable decir cosas buenas de la consola que tiene casi todo el mundo y que, sin falta de maletines y con la ayuda de las visitas, se hable de que el E3 ha muerto por la ausencia de Sony. Le va a costar tiempo a una Microsoft renovada recuperar el estatus de los tiempos de Xbox 360, pero los años pasan, los reinos se alzan y caen, y esta nueva política de Sony podría cambiar las tornas consiguiendo lo peor que le puede pasar al usuario: ponerle las cosas demasiado fáciles a la competencia. Ojalá me equivoque y esto sea tan sólo un cambio leve en la estrategia de mercado para recanalizar el presupuesto de marketing, pero tener el éxito asegurado nunca ha sido bueno para nadie. Gordo, muy gordo tiene que ser lo que presenten en el rumoreado evento de febrero, porque como dice Julián, esta vez no nos conformaremos con un logo. 

 

¡Nos leemos!

<< Anterior Siguiente >>