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La mejor historia de Dragon Ball no está en Dragon Ball Z: Kakarot, pero sí hay guiños a ella

Un brindis por la serie blanca
Por Adrián Suárez Mouriño

Dragon Ball Z Kakarot se está vendiendo como el adalid y la mejor cosa para masajear la nostalgia gokuesca, y para eso seguro que funciona como un cañón, como una máquina perfectamente engrasada. Además, detrás de él están los infalibles CyberConnect 2, que han hecho un trabajo precioso con Naruto. Sin embargo, hay algo que me da un poquito de rabia (solo un poquito, eh), y es que este Kakarot sea el enésimo producto que sirva para que nos olvidemos de que Goku tuvo infancia, de que no siempre fue ‘Kakarot’, de que hay una serie blanca a reivindicar.

 

Por fortuna, y aunque Dragon Ball Z Kakarot se vaya a centrar en la que conocemos como ‘serie roja’, sus secundarias sí apelarán a ese pasado de ‘serie blanca’, a todo lo que ocurre antes de que Goku regrese de Namek. Eso es estupendo, pero me hubiera gustado que el que para mí es el mejor arco argumental de todo el manga se plasmase en un videojuego de nueva generación. Hablo, por supuesto, del épico argumento de Goku contra el Ejército de la Cinta Roja o Red Ribbon. Y más en concreto, de todo lo concerniente al enfrentamiento de Blue contra el jovencísimo saiyan

 

 

El coronel Blue es uno de los rivales que recuerdo con más cariño de Dragon Ball. Es capaz de enfrentarse a Goku de tú a tú, y aunque pierde, es perseverante e inteligente. Todos los encuentros que tiene el grupo de Krilín, Bulma y Goku contra él se desarrollan en clave de persecución, muy influidos por derrumbes, otros enemigos que aparecen para molestar, problemas y pulpos gigantes cocinados a la Kame Hame Ha.

 

El Coronel Blue lleva a Goku bajo el mar, a bucear en un submarino en uno de los pedazos de Dragon Ball más memorables. Allí encuentran un puerto sumergido en el que aparece un antiguo cyborg de Red Ribbon, adelantando el futuro de Trunks en el que los androides acaban con todo. De nuevo, vuelven a enfrentarse contra Blue, consiguen huir y, cuando crees que este arco argumental no puede mejorar, terminan en Penguin Village conociendo a Arale. Este fue el momento en el que me enamoré para siempre de Dragon Ball.

 

Pero aunque Dragon Ball Z Kakarot pudiera retratar este instante mediante un flashback (vendería mi alma por ello), dudo mucho que lo contenga. Es por ello que espero con devoción que este Kakarot funcione y que CyberConnect2 pueda dedicarse a hacer lo mismo pero con la infancia de su protagonista.

 

Que se hiciera esto que pido no sería meramente por nostalgia. Esas aventuras de Goku siendo niño han sido profundamente trascendentales e influyentes en la obra de mangakas actuales. Todo One Piece es pura serie blanca de Dragon Ball; o de las Bolas Máxicas, como se llamaba por aquí. Así que, por el futuro del manga, ojalá un videojuego que hable de su pasado.


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