Shinobi, el ninja que no entiende de licencias
Joe Musashi, uno de los ninjas más icónicos de la historia del videojuego, protagonizó a finales de los ochenta Revenge of Shinobi, uno de los títulos más icónicos de los inicios de Mega Drive y una de las bandas sonoras más míticas del sistema de 16 bits. Yuzo Koshiro al frente de la música, ni siquiera eso es lo más característico de la presente producción del equipo que, años después, sorprendería a propios y extraños con Sakura Taisen o el inolvidable Skies of Arcadia: los plagios delirantes de la obra todavía hoy causan estupor entre los usuarios más fanáticos.
Doy por sentado que la barrera entre los diferentes mercados permitían, más si cabe, los diferentes atropellos a los que nos sometía Sega entonces, pero tras la llegada del juego a las diferentes mercados de Occidente encontrabas la movida, y los desarrolladores se veían obligados a eludir sus responsabilidades, en la medida de lo posible, cambiando elementos que no les llevase a los juzgados contra una macroempresa que podía pegarles un buen bocado por su inocente ocurrencia. El caso es que la secuela de Shadow Dancer ofrece una serie de elementos plagiados divertidos y de lo más interesantes.
Godzilla está presente en el juego, es uno de los enemigos finales más espectaculares y está en las últimas pantallas dispuesto a terminar con tus esperanzas. En otras versiones del juego es, sencillamente, un gran dinosaurio esqueleto que pretende asesinarte. Impacta, pero no tanto como en las primeras versiones. Hablando de estrellas de cine, Sylverster Stallone y Arnold Schwarzenegger estaban presentes en la obra también, uno como enemigo normal de pantalla en su rol de Rambo y el otro como final boss pasado de músculos que te lanza coches a la cabeza. Lo más delirante es saber que según el personaje recibe golpes va pasándose al color verde, asimilando su aspecto al del Increíble Hulk. Una vez acabamos con él, explota y deja ver partes mecánicas en su cuerpo. Sorpresón.
Ya en el primer Shinobi podíamos ver a una especie de Spider-Man campando por las paredes de la segunda pantalla, pero en la segunda aventura de Joe luchábamos contra él en una batalla final antológica en la que Peter, al ser vencido, se convertía en Bruce Wayne. Batman hacía acto de presencia volando por el escenario lanzando murciélagos al ninja blanco. Puesto que el plagio era absolutamente descarado, hay diferentes versiones del juego en las que Marvel y Sega se pusieron de acuerdo para hacer realidad y oficial el combate de ensueño, pero la trasnformación en personaje de DC se solucionó cambiando el sprite de Batman por el de Devil Man, un manga popular del creador de Mazinger Z que en Europa no es excesivamente conocido.
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