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La "caída" de Kickstarter

El crowdfunding ya no es novedad, pero no morirá
Por Dayo

Agustín Cordes no  tiene mucha fe en el futuro. El director de Senscape, estudio responsable de las aventuras Scratches y Serena, cree que Kickstarter ha muerto. Su proyecto más reciente, HP Lovecraft: The Case of Charles Dexter Ward, no ha llegado a la mitad de los 250.000 dólares que necesitaba para financiarse. El suyo no es el único caso; muchos proyectos prometedores no han logrado el dinero solicitado y ya son varias las voces las que hablan sobre la caída de esta plataforma de crowdfunding. Tal y como explica Cordes en un post de su proyecto (via GamesIndustry International), ya no hay tanta pasión. “Antes podía tuitear sobre una aventura que necesitase financiación y ver un torrente de apoyo con retuits, favoritos y similares. Hoy digo ‘Kickstarter’ y no oigo responder ni a los grillos”, explica. “Amo la idea del crowdfunding, pero no hay otra forma de decirlo: estamos viendo su caída”.

 

Y sí, estamos viéndola. En términos estrictos ya no se financia tanto. La compañía consultora ICO Partners  (via GamesIndustry International) predijo el pasado 30 de septiembre que este año se financiarían alrededor de 350 proyectos, mientras que en 2013 hubo 446. Thomas Bidaux, analista de la firma, profundizó en este descenso al hablar sobre el significativo bajón que ha dado la inversión, que ni duplicando los más de 13’5 millones de dólares recaudados en medio año llegaría a la altura de los casi 58 millones en 2013. Sin embargo, poner la mano sobre el fuego mientras se declara su final quizá sea exagerar: las crisis no siempre llevan a la desaparición. A veces es simplemente un proceso de cambio y adaptación.

 

.De dioses y hombres


 

 

“Críate fama y échate a dormir”, dicen. Kickstarter ha demostrado que Internet es una criatura nostálgica a la que, si algo le gusta, quiere verlo repetido una y otra vez a manos de su creador. Varios de los proyectos de más éxito, como Mighty No. 9, Shroud of the Avatar o Star Citizen, vienen de leyendas del diseño y autores de gran renombre. Peter Molyneux o Chris Avellone tienen suficiente renombre como para empujar proyectos a solas y gracias a eso han conseguido no sólo financiación sino también seguimiento mediático. Cuando el padre de Mega Man decide volver a sus raíces con un personaje que parece resucitar a su icónica creación, la gente se interesa.

 

Los primeros días de Kickstarter tenían un deje del Viejo Oeste: un mundo de posibilidades y aventura. Todo es posible, todos pueden arriesgarse. Oculus Rift y Ouya sonaban a ideas maravillosas y modelos que romperían con lo establecido en el mundo de las consolas; esa ambición se vio recompensada. En Kickstarter antes se hacían grandes promesas porque había muchos soñadores queriendo cambiar el mundo. Ahora es una plataforma para financiar todos aquellos proyectos que no encuentran otra forma de llevarse a cabo. El mundo está plagado de grandes nombres, pero no todo el mundo está dispuesto a lanzarse a la piscina. Es cuestión de tiempo que estos titanes mediáticos recauden lo pedido y vayan a otro lugar: no todos son tan especiales como ellos. Tampoco tan fiables.

 

.¿Me estás intentando engañar otra vez?


 

 

Ouya albergaba las esperanzas de muchos y acabó decepcionando a la gran mayoría. Ahora cría polvo, olvidada en las estanterías y más alejada de la discusión que las plataformas de Nintendo, limitada a ser un chiste. La gente ha visto proyectos fracasar, fallar a su público e, incluso, engañarles. A veces ni siquiera la financiación supone una garantía de un producto final, tal y como demostró Clang, el ambicioso juego de esgrima de Neal Stephenson que anunció que nunca se llevaría a cabo a pesar de superar los 500.000 dólares solicitados.

 

Este año la plataforma ha tenido dos ejemplos sonoros de estos mismos fracasos o engaños a través de Yogventures y el sospechoso proyecto Areal, que finalmente fue cancelado tras alegaciones de que no sería capaz de entregar lo prometido si es que en primer lugar tenía intención de entregar algo. Yogventures quizá fuera la sorpresa más amarga, esa campaña creada por uno de los canales de gameplays más conocidos e influyentes del medio, Yogscast. El estudio responsable del juego, Winterkewl Games, anunció el 17 de julio su cancelación y que acabaría desmantelándose debido a una mala gestión del dinero y el proyecto. Se intentó compensar a los mecenas pero el daño ya estaba hecho: Yogventures no existiría jamás.

 

Lo más que ha hecho Kickstarter al respecto ha sido ofrecer la posibilidad a los mecenas de iniciar acciones legales si ven que los proyectos no se llevan a cabo adecuadamente, si es que se llevan a cabo en primer lugar, pero la propia página se lava las manos a la hora de iniciar esas acciones. Son muchos los proyectos que se han quedado en el camino y tantos golpes acaban dejando una marca; la gente se va a otro lugar, hace otras cosas. La situación se normaliza.

 

.Eso es tan 2012


 

 

No creo ser el único si digo que, una vez que descubro una canción, la escucho en constante loop hasta que acabo odiándola. La novedad es llamativa, capta nuestro interés porque rompe la monotonía, pero al final no deja de ser otro evento, otra presencia. Todo cansa y Kickstarter no es una excepción. Tras la popularización de Patreon muchos canales de YouTube abrieron cuentas para poder vivir de ella gracias a las donaciones, pero tras unos meses agitados ya nadie se anuncia ni habla de esa plataforma. Apenas veo menciones en los medios, pero sigue ahí y sigue atrayendo nuevos generadores de contenido cada día. Patreon se ha normalizado igual que ha ocurrido con Kickstarter: su mera presencia ya no es noticiable porque la gente ya sabe que está ahí.

 

Yo he informado sobre varias campañas de Kickstarter. Quizá no tanto en MundoGamers, pero he aprovechado la posibilidad de escribir noticias cortas en otros medios para sacar a la luz proyectos interesantes. Pero al final las ideas se agotan y no todo el mundo puede ofrecer un proyecto revelación que vaya a cambiar el mundo o resucitar una IP legendaria, que era el caso con los proyectos que consiguieron financiación en su día. Ahora Kickstarter existe, no como novedad, sino como plataforma ¿Significa eso que va a desaparecer?

 

No.

 

La propia ICO Partners destacó en su informe sobre la caída en la inversión que estaba comparando el rendimiento de 2014 con el de 2013, que había supuesto un año récord. Todo en esta vida alcanza una cima y, a partir de ahí, simplemente deja de subir. No voy a negar que la situación pueda ser más difícil. Julian Gollop (UFO: Enemy Unknown) tuvo dificultades para hacer un reboot de su juego Chaos. En teoría estaba en las mismas condiciones que otros veteranos de renombre, pero a pesar de tener el apoyo de la prensa y de personalidades como Ken Levine o TotalBiscuit, en cuyo canal apareció en un vídeo de media hora que mostraba su juego en profundidad, superó por relativamente poco las necesidades de su proyecto Chaos Reborn, alcanzando los 210.000 dólares sobre 180.000 solicitados. “El crowdfunding es difícil y mucho más ahora de lo que era hace un año”, dijo a GamesIndustry International. “Esa es la realidad”. Puede que la fatiga sea real, pero Brian Fargo, fundador de inXile Entertainment (Wasteland 2) lo ve con otros ojos. “Creo que los proyectos más exitosos son aquellos a los que se les ha negado la posibilidad de hacerse, o hay un agujero en el mercado que tiene que llenarse con una base de fans. Bueno, esos huecos se han llenado durante los últimos dos años”.

 

Y, sin embargo, Kickstarter sigue dando pie a nuevos proyectos, como Amplitude, que consiguió en los últimos días de campaña dar un sorprendente repunte hasta llegar a los 844.107 dólares y financiarse con éxito. Quizá este año no se hayan financiado tantos proyectos ambiciosos, pero esos mismos proyectos son nuevas IP, como es el caso de Kingdom Come: Deliverance. La plataforma de crowdfunding está adaptándose y cambiando su rol para asumir lo que en un principio quería ser: un espacio para que la gente presente sus proyectos y la comunidad decida si financiarlos o no. Los grandes dragones que pedían montañas de oro ya se han ido y, aunque ahora hay muchos proyectos que parecen sacados de los rincones más oscuros de la App Store, sigue habiendo espacio para los aventureros con títulos como The Flame in the Flood. Echando un vistazo a los proyectos de los que he sido mecenas me doy cuenta de que son todos de 2014: OMORI, A History of the Great Empires of EVE Online o Sunset, entre otros. Es una muestra anecdótica, pero es una de que Kickstarter, de momento, no se va a ninguna parte. Sólo ha ocupado su puesto tras perder la novedad.


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