Octopath Traveler es el Paper Mario de Square Enix
Octopath Traveler es la nueva cosita rolera de Square Enix. Su demo está ya disponible para su descarga en la store y os recomiendo probarla, porque es el preámbulo de un juego que promete ser maravilloso, o por lo menos muy interesante.
Octopath Traveler me sabe a una curiosa mezcla de Paper Mario y Final Fantasy VI, por raro que suene. Por una parte, los escenarios tienen un regustillo a decorado de cartón, tela y piedra con volumen, lo que sirve para que los personajes pixelados y planos avancen por ellos fingiendo un falso mundo en tres dimensiones.
Esta combinación de dos dimensiones y tres permite la recuperación de algo que me enamoró en Final Fantasy VI: la presentación de las escenas y la actuación de sus personajes con mucha teatralidad, casi, casi, como si el jugador estuviera viendo una función de teatro. En Octopath Traveller este gusto por las bambalinas se acentúa. Como espectadores vemos una acción 'plana' pero el escenario en sí tiene profundidad.
Los personajes son más actores que nunca con la implementación de unos roles que no solo afectan a cómo combaten, también a su naturaleza, personalidad, habilidades y a cómo interaccionan con el resto del mundo de juego. El título tiene, además, cierto aire de cuento trágico y épico, pudiendo elegir uno de entre ocho personajes para vivir una aventura de manera individual a través de un gran mundo de juego.
Por estos elementos, por el tratamiento de su universo, por cómo están planteados sus personajes y por cómo se ha usado la combinación de gráficos para reforzar esa idea de teatro jugado es por lo que me interesa Octopath Traveler. Entrando en cuestiones puramente lúdicas toca ver si no se hará muy repetitivo reiniciar una aventura hasta ocho veces con ocho personajes distintos, aunque la historia sea diferente y también sus interacciones. También habrá que comprobar cómo evoluciona su combate.
Las batallas de Octopath Traveler son clásicas, pero tienen un curioso componente estratégico de ruptura de las barreras del rival, de manera que hasta parece que se organiza en distintas fases de ataque y de defensa, colando por el medio las distintas habilidades de cada personaje.
Muy buenas sensaciones me ha dejado el juego, mejores incluso que las de I am Setsuna porque aquí se ve experimentación, ganas de narrar de una manera genuina e incluso la implementación de un estilo gráfico que quiere ir más allá de la anécdota, colaborando con la manera de contar su historia. Llega el año que viene.
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