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La leyenda del conejo y la luna o el por qué de los Broodals en Super Mario Odyssey

Una bonita historia tras unos enemigos pochos
Por Adrián Suárez Mouriño

Aviso: spoilers del final de Super Mario Odyssey

 

Creo que estamos todos de acuerdo que los Broodals son unos de los peores jefes de la saga. Su personalidad es aburrida, acabamos pateando sus traseros demasiadas veces y son muy facilones; pero ¿por qué conejos? ¿Por qué en Super Mario Odyssey hay una luna en la que viven conejos y a la que nosotros acabamos viajando? ¿Por qué los Broodals viven en ella? No es la primera vez que Super Mario viaja a la luna en una aventura en la que hay referencias a conejos. En Super Mario Land 2 nos convertimos en Mario Conejo y también acabamos viajando a la luna, ¿pero por qué?

 

 

Esta obsesión no es propia de Mario, parte de una tradición japonesa, de sus raíces budistas en realidad. La historia cuenta que un peregrino con hambre se encontró con un mono, un zorro y un conejo. Los tres se comprometieron a conseguir comida para el hombre, pero el conejo no lo consiguió. Como se había comprometido a alimentar al peregrino, él mismo se lanzó a las llamas para asarse y poder ser comido.

 

El peregrino resultó ser un dios, que recogió las cenizas del conejo y se lo llevó a la luna para enterrarlo ahí. Según esta leyenda, y si os fijáis en la forma de la luna, podréis ver en sus manchas grises la silueta de un conejo armado con un palo y machacando un contenedor de mochis, un pastel de arroz, que es el alimento nacional de Japón. Si habéis leído el Buda de Osamu Tezuka esta historia se cuenta de otra manera. En algunas referencias, el peregrino apaga las llamas para que el conejo no muera, agradeciendo igualmente su capacidad de sacrificio. En otras, el peregrino no es un dios y son otros los que lo elevan a la luna.

 

Este es el motivo por el que en tantas producciones japonesas se retratan conejos viviendo en la luna, también por qué, cuando llegamos al mundo 'la cara oculta de la luna', nos encontramos con un montón de conejos viviendo ahí arriba y también a los propios Broodals a los que derrotar una vez más.

 

 

Este viaje a la luna tiene también sentido si entendemos que lo que Mario pretende en Super Mario Odyssey es estropearle la boda a Bowser, y por lo tanto su posterior luna de miel. También podemos relacionar la posterior transformación vital de Peach, que vemos en el endgame, con el conejo de la historia. Harta de sacrificarse para que Bowser y Mario puedan correr uno tras el otro, decide cambiar e iniciar un viaje en solitario. La próxima noche de luna llena que miréis al cielo nocturno intentad ver al conejo. Con un poco de imaginación se consigue.


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