1. Mundogamers
  2. Noticias

Carta de amor a la Peach de Super Mario Odyssey

¿Qué tiene que decir la novia?
Por Adrián Suárez Mouriño

AVISO: Spoilers del final de Super Mario Odyssey

 

El personaje de Peach en la historia de Mario es particular. En líneas generales, es el trasnochado prototipo de esposa ideal del imaginario japonés, uno que es fácil encontrar repetido en otros anime, como la Kasumi Tendo de Ranma ½. Es frágil, débil hasta la extenuación y necesita ser salvada sin descanso. Pese a que esta es la tónica dominante, hay dos capítulos en su historia que luchan contra ese cliché: la princesa que se une a nuestro grupo de combate en Super Mario RPG y la Toadstool de la mítica serie de animación de Super Mario Bros. 3.

 

En el juego de rol, Peach se negaba a quedarse en su castillo y nos acompañaba, luchando a nuestro lado como la que más. En la serie de animación, Peach era valiente, hacía surf y era una perfecta aventurera con iniciativa. En Super Mario Odyssey nos la volvemos a encontrar, ¿y cómo se nos retrata?

 

 

La princesa Peach vuelve a ser una vez más secuestrada. He de decir que que plantear un secuestro con el fin de casarse no me parece el más adecuado. Durante toda la trama central del juego estuve pensando: “¿ni siquiera puede decir Peach que 'no' cuando el que oficie la ceremonia le pregunte si quiere casarse con un lagarto escupefuego?” La verdad es que me esperaba la presencia de algún artefacto mágico que minase su voluntad, pero no, Super Mario Odyssey daba por hecho que su decisión final no importaba, si Bowser quería casarse con ella, Peach diría que sí.

 

No saber resolver este tipo de cosas es uno de los motivos por los que, sinceramente, toda la trama del juego me parece un importante punto negativo, pero como también dije en el análisis, me encanta lo que sucede cuando esta termina. En el endgame de Super Mario Odyssey, Peach hace una reflexión sobre sí misma; sí, en serio, y decide que ya está harta de que otros decidan por ella, coge una maleta, le dice a Mario y a Bowser que la dejen en paz y se marcha a recorrer el mundo a sus anchas. De esa manera, acaba dándole sentido a la extraña premisa del juego; no es que no pudiera decir que 'no', es que estaba alucinando con lo que estaba ocurriendo y reflexionando.

 

Mientas rejugamos cada reino en busca de más y más energilunas nos la encontramos, ella, como alguien que por fin es libre, nos cuenta lo mucho que le gusta ver con sus propios ojos todo lo que la vida tiene preparada para ella. Y con este renovado contexto, aunque la historia del juego siga siendo floja, sí que es muy acertado cómo evoluciona este personaje a través de ella tras los créditos.

 

Es un placer reencontrarse con Peach vestida de persona y no de princesa cada vez que revisitamos un reino. Hacerlo es parte de los retos del final del juego, pero no la he buscado por eso, sino porque resulta genial conocerla así como individuo dentro del universo Mario, uno en el que no te la esperarías encontrar así. Peach le dice adiós a Mario, le dice adiós a Bowser y se dice hola a sí misma, por fin.


<< Anterior Siguiente >>