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La ansiedad que produce tener demasiados videojuegos

Un problema que muchos tenemos
Por Álex Pareja

El tema surgió en el último MGPodcast especial de verano a raíz del debate con las rebajas de Steam de por medio. Mis compañeros estaban de acuerdo conmigo e incluso algunos comentarios de los oyentes también lo aseguraban. Tener demasiados videojuegos produce una ansiedad muy específica que puede incluso arruinar tu tiempo de juego, y es algo que estoy experimentando sobre todo en los últimos meses. 

 

¿A qué me refiero exactamente con tener demasiados juegos y por qué eso me produce ansiedad? Todo comienza con empezar diferentes videojuegos a la vez, ya sea por gusto o por trabajo, y que eso te lleve a no saber exactamente qué juego elegir en tu siguiente tiempo de ocio. Y no solo eso, sino que una vez eliges uno de ellos no puedes dejar de pensar en el resto, en si habrás elegido bien o si en realidad estás perdiendo el tiempo y deberías estar aprovechándolo para seguir avanzando en otro de ellos. Me está ocurriendo últimamente más de lo que me gustaría, y creo que es la suma de algunos factores que son propios de los tiempos que vivimos en los videojuegos. 

 

El primero de ellos es la acumulación de juegos. Tenemos más videojuegos que nunca, en diferentes plataformas y para distintos fines. No te digo si además eres de los que suelen aprovechar las rebajas para apropiarte con varios de golpe. Empiezas un juego de mundo abierto con muchas posibilidades a la vez que tratas de seguir con tu progreso en juegos perpetuos como Destiny 2 o Fortnite pero a su vez te pones a jugar al último gran Triple A de corta/media duración. El poco tiempo libre que puedes dedicar al videojuego lo pasas pensando en todos ellos, en cuál elegir y en si lo has hecho correctamente. A su vez, nuevos juegos van apareciendo y también quieres jugarlos. 

 

Videojuegos y ansiedad

 

Siempre que me ha ocurrido esto en estos últimos meses he sentido nostalgia de mi yo niño y adolescente, cuando solo tenía un videojuego por delante y lo disfrutaba muchísimo. Lo terminaba, lo rejugaba, trataba de sacar el máximo jugo y lo dejaba en la estantería. Y buscaba otro en esa misma colección antes de pensar en comprar uno nuevo o en pedir más a mis padres, aunque ya lo hubiese terminado muchas veces antes. Ahora esa sensación no la tengo, y casi agradezco el momento de acabar un videojuego para poder lanzarme a por otro o para poder proseguir con ese título sin final que casi te exige una dedicación diaria. Echo de menos poder disfrutar de los títulos como lo hacía antes

 

Es un tipo de ansiedad muy concreta de estos tiempos, y sé que a mucha gente le pasa lo mismo. Reconozco de forma personal que a mí me está afectando, ya que siento que no estoy disfrutando de esto todo lo que debería. Tengo que jugar para poder estar aquí todos los días trayendo textos interesantes, para sacar un podcast adelante, pero también para mi disfrute personal, que tampoco se libra del estrés por los motivos antes mencionados. 

 

Quizás la solución pueda llegar cuando cambiemos nuestra manera de entender los videojuegos. Saber dejar de lado esos videojuegos que "te obligan" a estar ahí de forma permanente (o al menos durante etapas concretas) y aprender a centrarse únicamente en un título hasta llegar al final, sin importar todo lo demás. El ritmo del mercado, nuestras ganas de probar siempre algo nuevo o la simple y buena curiosidad nos lleva a abarcar más de lo que generalmente podemos. El verano es un buen momento para volver a amueblar nuestras cabezas, o yo al menos lo voy a intentar. Espero que si vosotros tenéis algún problema igual o similar al mío también podáis encontrar una solución, porque los videojuegos son para disfrutar y nada más


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