1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Overcooked y la diversión de perder

Un juego que no va de ganar
Por Julián Plaza

Si os habéis dejado caer por el último MG Podcast me habréis escuchado hablar de Overcooked, ese juego para el veranito que os recomiendo para pasar buenos ratos con vuestra gente. Hoy, para empezar la semana con buenas vibraciones, os quiero hablar un poco más de él de manera más reposada, os quiero explicar mejor por qué me parece un juego a destacar dentro del boom de videojuegos culinarios.

 

Esto no va de hacerlo bien. Aquí el objetivo no es tener el mejor restaurante o contentar a los clientes. En Overcooked se da una importancia relativa al sistema de puntuaciones y los errores no lo son tanto; con muy poco conseguiréis pasar al siguiente nivel, y si un pedido no sale a tiempo hay otros varios en la lista de espera. Relativizad. Coged la food truck, entrad en el próximo nivel y descubrid qué han diseñado en Ghost Town Games para sacaros una sonrisa.

 

 

Overcooked


Esa es la gran virtud de este juego, su capacidad por enfatizar el trabajo en equipo desde un tono desenfadado. No es la locura que propone Octodad porque aquí hay una manifiesta intención arcade, un reto por niveles, pero tampoco es una experiencia que se tome tan en serio como lo puede hacer A Way Out. Así se simple: en mi caso los mejores momentos del juego los protagonizan partidas caóticas, los intentos en los que no hemos logrado ni conseguir la triste primera estrella de las tres disponibles en el sistema de puntuación.

 

Te diviertes perdiendo. Desde su origen -y pese a sus cambios- el videojuego se ha concebido como un entretenimiento cuyo placer se obtiene al superar el reto, la adversidad, y por contraste esto ha dado pie a una tendencia que penaliza a quien lo hace mal. No siempre, pero sí en general. Overcooked le da la vuelta a ese convencionalismo y sí, os pone un sistema de puntuaciones y un reto en el que podéis hacerlo bien o no, pero también le quita hierro al asunto y se centra en lo importante: la diversión. Y con él se demuestra que no solo está reservada a los vencedores. 


<< Anterior Siguiente >>