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Captain Toad: Treasure Tracker te pide repetir un nivel, pero jugar a otra cosa

Reinventando el replay
Por Julián Plaza

Si de alguna compañía esperamos novedades dentro del terreno de los plataformas, es de Nintendo. Luego las cosas llegan de muchos otros lados, pero existe un sentimiento global de que los nipones deben ofrecer pinceladas de frescura con sus nuevos lanzamientos, y Captain Toad: Treasure Tracker las tiene. En cada uno de sus muchos niveles no solo hay que alcanzar la estrella, también hay tres diamantes desperdigados y un objetivo oculto que no descubriremos hasta terminarlos por primera vez.

 

Esto genera dos dinámicas interesantes. La primera, tratar de imaginar y tachar de la lista el objetivo oculto ya con la primera pasada; algo difícil si tenemos en cuenta que son bastante variopintos en algunos casos (los hay que nos piden no pulsar los interruptores más de tres veces, vencer a todos los Goombas, no matar a nadie y otras genialidades que prefiero no desvelar) y cuestan de adivinar. La segunda, que garantiza una segunda vuelta que se aleja de la repetición siendo inteligente.

 

 

Toad


No miento si os digo que el proceder natural en Captain Toad: Treasure Tracker es jugar cada nivel dos veces antes de seguir. Tiene un sistema completista agradable, ingenioso, y además te pide volver a cada nivel justo tras terminarlo porque es cuando lo tienes fresco, cuando recuerdas cada ángulo muerto y cada escondrijo. Además, tener cada álbum con todos los sellos es una recompensa bien maja, solo visual, pero satisfactoria.

 

Me gusta que Nintendo haya tirado por este anzuelo al buscar el replay. En Super Mario Odyssey tenemos las lunas extra, en los Galaxy las estrellas verdes y en Toad los objetivos ocultos y, aunque todos son buenos ganchos que te animan a volver a cada lugar, si tuviese que quedarme con uno es con el de Toad y Toadette. En los demás plataformas ya sabes lo que buscas y solo puedes dar con ello tras completar el nivel por primera vez, pero en estas pequeñas aventuras en niveles cúbicos es algo alcanzable desde el principio, y hasta tiene cierta gracia no saber qué es en cada pantalla.

 

Toad

 

Además, el salto a Switch también llega con una vuelta de tuerca más al retorno a los niveles, con un nuevo modo escondite en el que toca buscar un Toad retro que va sumando dosis de mala leche al esconderse a medida que avanzas. En resumen, me gusta que la gente se estruje la cabeza en hacer atractivo el trayecto a los completistas, ofreciendo una capa más a la experiencia. Cuanto menos repetitiva logren hacerla, mejor me lo pasaré.


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