4 cosas que quiero ver en Assassin's Creed Origins

Aunque al bueno de Rafa se le olvidase, el 27 de octubre hay un tercer lanzamiento grande que hará que muchos bolsillos sufran todavía más. Sí, hablamos de los encapuchados de Ubisoft y de su regreso tras un año en blanco con Assassin's Creed Origins, un retorno que tiene que llegar con muchas respuestas y del que esperamos que también nazcan nuevas preguntas.

 

Egipto, el origen de la hermandad y una regresión temporal de más de dos mil años son los tres ingredientes con los que Ubisoft Montreal, el estudio encargado de AC IV: Black Flag, pretende llamar la atención. No es poco. Hablamos de una de las localizaciones más demandadas por la comunidad, de un punto clave en la trama global y de un período suculento de la historia, con un Imperio Romano despojado de Julio César y con una Cleopatra con mucho que decir. Esto es lo que le pido al juego a cinco días de llegar a las tiendas.

 

 

1. Una historia global, un nuevo rumbo

Si hay algo en lo que la franquicia lleva en punto muerto desde Assassin’s Creed III es la trama global, el presente de Abstergo y lo que se está cociendo desde el adiós a Desmond Miles. Desde entonces los creadores del Animus campan a sus anchas bajo la atenta supervisión de una hermandad que permanece en la sombra, mientras infiltra a algunos de los suyos para ir recopilando información. Soy de los que pide algo más que un nuevo contexto que visitar junto a otro antepasado. Quiero que el presente vuelva a ser importante.

 

2. Bayek, sedúceme

La sombra de Ezio Auditore es grande, pero desde su ausencia han llegado otros personajes carismáticos como Edward Kenway, Arno Dorian y Evie Frye (soy de los que cruzaron a Jacob desde el principio) con los que también hemos logrado empatizar. Bayek sin embargo no transmite nada. Juzgando lo visto parece poco más que un recipiente vacío que rellenar con nuestra experiencia y espero que no sea así. Quizás la dirección de arte no haya sido la mejor en esta ocasión, tengo la esperanza de que venga contrarrestada con alguien con una personalidad fuerte y marcada que queramos guardar en la retina.

 

 

3. ¡Tesoros, a mí!

Si la extensión de Egipto será trasladada a escala en el próximo Assassin’s Creed, eso abre la puerta a una exploración enorme. En Ubi Montreal ya saben manejar cifras grandes y esta ocasión es la ideal para que la variedad de misterios, tesoros y reliquias sea grande. Si la logran incorporar en una medida justa para no colapsarnos -mapas rellenos de iconos no, por favor- y aprovechan el contexto (tumbas, sarcófagos, criptas, cuevas, moradas secretas, joyas en el fondo del Nilo, etc.) la inmersión puede ganar muchos puntos.

 

4. El equilibrio es la clave

Ser el primer Assassin’s Creed que se regirá por niveles es un gran reto. La semana que viene asistiremos a una reformulación importante de las bases de la franquicia, donde esta vez habrá que prestar mucha más atención al equipo, las habilidades y los valores numéricos. Que esto gane peso puede dar con un cóctel interesante, siempre y cuando el sigilo siga presente y el combate -como ya parece ser- sea un reto en condiciones. Ojalá la escalada sea justa y cueste ser un todoterreno, porque la ocasión lo merece.

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