Microsoft presenta FPS Boost para Xbox Series X/S: más mejoras de nueva generación
Microsoft vuelve a sorprender al usuario en su compromiso con la retrocompatibilidad. Cuatro meses después del lanzamiento de Xbox Series X/S, los de Redmond presentan el FPS Boost, una tecnología que duplica e incluso cuadriplica la tasa de animación de los juegos retrocompatibles aprovechando varias técnicas de mejora de rendimiento.
FPS Boost
El anuncio llegaba esta semana de mano de la propia Xbox Wire, y era una cuenta pendiente de Microsoft: seguir trabajando para mejorar aún más sus mejoras automáticas en los juegos retrocompatibles y poder traspasar el bloqueo de tasa de FPS impuesto en su momento por las distintas desarrolladoras. A día de hoy son cinco los títulos compatibles con FPS Boost, aunque se promete que el catálogo seguirá aumentando a buen ritmo para intentar compatibilizar el máximo de juegos posibles y conseguir que alcancen los 60 e incluso los 120 FPS en Xbox Series X y Xbox Series S.
Watch Dogs 2, Far Cry 4, Sniper Elite 4, UFC 4 y Super Lucky Tale son los primeros títulos en hacer gala de hasta dónde puede llegar este FPS Boost, que ya alcanza los 120 FPS en Super Lucky Tale quedando en unos más que estables 60 FPS en los títulos de Ubisoft Watch Dogs 2 y Far Cry 4. Para activar el FPS Boost desde Xbox Wire nos aconsejan ir a administrar juego a través del menú adecuado. Basta con selecionar el juego en el catálogo o la lista de tareas, pulsar el botón de menú -las tres líneas- y entrar en la opción correcta. Aquí veremos que ha parecido una nueva pestaña: Opciones de compatibilidad. Desde esta pestaña podremos activar y desactivar el FPS Boost y el Auto HDR, que aparecerán marcados en la parte superior derecha de la pantalla al pulsar el botón Xbox.
Mejoras que mantienen el catálogo antiguo revitalizado
El tema de las mejoras automáticas en Xbox Series X/S no es ninguna novedad. Muchos juegos, incluidos los de la primera Xbox y Xbox 360, ya habían recibido un intenso lavado de cara y una mejora importante en su rendimiento. Sin embargo aún quedaban algunos títulos de Xbox One que, a pesar de verse mejor en Series X y S, no alcanzaban todo el rendimiento del que es capaz la arquitectura de la nueva consola de Microsoft. La llegada de FPS Boost pone de manifiesto la intención de los de Redmond de continuar mejorando el catálogo retrocompatible para mantener al día los juegos que nos hicieron felices en la anterior generación no sólo con mejor aspecto, sino también con un interesante incremento en su tasa de FPS.
Al final todo va encaminado hacia un mismo objetivo: mantener vivo el catálogo de varias generaciones en una única consola y sacar todo el jugo a la tecnología actual para conseguir que se vean y se muevan mejor que nunca sin perder su personalidad y el carisma que tenían el día de su lanzamiento. Ojalá pronto veamos crecer este catálogo de juegos compatibles con FPS Boost y se añadan títulos que no deberían caer en el olvido y que merecen ser jugados al máximo de sus posibilidades sin restricciones de rendimiento.
¡Nos leemos!
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