La demo de Project Triangle Strategy deja claro que Square Enix tiene algo muy bueno entre manos
Project Triangle Strategy me devuelve la fe en todo el trabajo de Square Enix con la resurrección de sus JRPG pixelados. Ni el Octopath Traveler que han editado, ni todos los que ha sacado Tokyo RPG Factory, me ha gustado. Es decir, son más o menos entretenidos y tienen más o menos calidad, pero ninguno es memorable. Los problemas de estos juegos son varios. Sí, son bonitos. Sí, entran por los ojos, pero sus personajes están vacíos, sus mundos no saben resonar entre nosotros y a su historia le falta sabor. Demasiado drama mal encaminado.
El que mejor centró el tiro fue Octopath Traveler. Su combate tenía maneras, su estilo artístico tenía indicios de genialidad y Primrose es genial, pero, de nuevo, demasiado drama mal encaminado.
Es por todos estos proyectos más o menos fallidos, y por lo duro que es compararlos con los JRPG en los que se inspiran, por lo mucho que celebro que Project Triangle Strategy tenga buena pinta. Tiene muchas cosas muy guay. Lo principal es que los personajes interesan, sus dramas interesan y sí que parece que están bien encaminados. Y, además, el videojuego decide fijarse en algo de lo que todos teníamos muchas ganas: estrategia y Final Fantasy Tactics.
Ahora tenéis una demo para probar en Nintendo Switch. Ahí podéis testear todo esto que os estoy contando, y compensa. Las habilidades que se usan en los juegos de estrategia, tan concretas, y tan centradas en roles, sirve perfectamente para saber más quién es y qué es cada personaje. El mimo estético en el escenario se aprovecha para que en él sucedan cosas y para que te fijes en él, y es por eso por lo que creo que todo el constructo estético robado de Octopath Traveler le sienta mejor a la estrategia.
Sí que es verdad que el contexto general de la aventura es un poco tontorrón. Es un piedra, papel, tijera de manual. Tres reinos, cada uno con el control de la producción de un bien pero que el resto necesitan, y el equilibrio entre los tres se acaba rompiendo. Pues bueno. Pero de ahí salen personajes que dentro de los arquetipos tienen buena pinta.
Lo que sí que hay que testear a largo plazo es cómo funcionan las tomas de decisiones. Hay secciones en las que se nos permitirá hablar a nuestras anchas con nuestros compañeros, y de todas esas charlas habrá que tomar datos para elegir un rumbo u otro para el reino. Sobre el papel, esto siempre suena bien, pero ya veremos con el producto final en nuestras manos.
En resumen, y como hemos contado en nuestro último podcast: bien, muy bien. Probad la demo que el proyecto huele bien. Eso sí, a ver cómo le acaba sentando recordar tanto a Final Fantasy Tactics: The War of the Lions.
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