Este 2020 que se va no solo he jugado a novedades, también a juegos clásicos y a títulos remasterizados que no tienen cabida en los GOTY de mundogamers porque el original salió antes de 2020. Os recojo los 10 que más he disfrutado con el mero deseo de compartir con vosotros los gratos momentos que pasé a su lado.
Empezamos con una remasterización o versión más completa del original. La versión Royal es mucho mejor que la original. Arregla cuestiones de ritmo, empasta mejor la historia y las relaciones entre sus personajes, y hace del título uno más completo. No creo que haya demasiada duda en reconocerle el mérito como uno de los mejores JRPG de corte clásico de la generación.
Para el MGPodcast+ de Final Fantasy VII volví a jugar a Final Fantasy VII. Qué juegazo. Me gustó mucho reencontrarme con esos planos fijos enmarcando un escenario prerrenderizado por los que se movían sus personajes poligonales. Fabulosos todos los de la Mansión Shinra. Cada vez que escucho el tema de Cañón Cosmo se me eriza el vello.
Para una cosa que estoy escribiendo volví a jugar a Deadly Premonition, a la versión Origins de Switch en concreto. No es la mejor forma de zambullirse en el rocambolesco mundo de Swery, pero es un juego fabuloso. Sus personajes siguen funcionando, son horteras, raros e idiotas. La verdad es que es un título que me encanta. Una vez me lo terminé me vi Twin Peaks una vez más, como tiene que ser.
Ay, mi querida Mega Drive. Adoro este juego de plataformas. Siempre me ha gustado lo divertido que es usar la pistola de desatascadores como arma de fuego y también como elemento sobre el que saltar. Me encanta su diseño de niveles y el tono sombrío que adquieren sus niveles de castillos encantados o grutas. Aún a día de hoy se disfruta muchísimo.
Este juego tiene algo especial. Lo rejugué con el lanzamiento de Super Mario 3D All Stars y sigue siendo tan adorable como lo recordaba. Colorido, con saltos muy acertados, con un diseño de niveles tremendamente mecánico y con algo que siempre me alucinará: el uso del castillo de Peach a modo de mapamundi. Habría que escribir un libro sobre este juego.
Me lo compré recientemente con las ofertas de Nintendo Switch. Jugado en portátil con mis queridos Hori Split Pad Pro es una experiencia maravillosa. Tanto me gustó que me compré el libro de arte, que también resultó ser un diario de desarrollo. En él, los hermanos que crearon el juego explicaban que lo desarrollaron basándose en el cariño que le tenían a Gunstar Heroes. Querían hacer un juego directo, uno con el que encender la consola, olvidarlo todo y solo disparar. Y eso es exactamente Cuphead. Y luego es que es bonito que te mueres.
No lo había jugado en su momento y me encantó. Disfrutado en mi adorada PSVita, menudo juegazo. Podría pasarme la vida jugando a JRPG de la era de PSX, la verdad. El mundo en guerra de Suikoden II, reclutar a tantos personajes y cada uno tan diferente, la evolución de la pareja protagonista y su escritura lo han convertido ya en uno de mis favoritos de la historia. Hay muchas ganas de probar Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes.
Mi Pokémon favorito. El buen Sergio me animó a jugarlo para hacer un especial en su podcast Conexión Trigal. Lo hice y quedé enamorado. Tiene un final perfecto con un antagonista perfecto. Echo de menos su estilo gráfico. Creo que Pokémon podría haber seguido perfectamente en estos 2D mezclados con 3D. Ahora tengo que ponerme con la secuela.
También para eso que estoy escribiendo volví a NieR Autómata. Qué decir. Me tocó jugarlo para su análisis y no lo disfruté cómo se merecía. Este NieR es un juego para gosarlo sin prisas, para meterte en sus secundarias, para ver cómo cambia el mundo a medida que el juego avanza. Y para romperte el corazón. Qué bien hace eso Taro.
Mi particular sorpresita de 2020 fue la revisión de un videojuego de 2019. Yuppie Psycho es una mezcla pixelada de The Legend of Zelda, Resident Evil, The Secret of Monkey Island y Deadly Premonition. Es muy divertido, está muy bien escrito y es de esos juegos que se proponen nunca dejar de sorprenderte con situaciones imprevisibles. Lo jugué en Switch y va muy bien aquí.
La moraleja de este artículo es que no vivir en la actualidad siempre es un mejor vivir. Juega lento, juega retro. Juega a lo que te dé la gana. Feliz 2021.
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