Habéis aprendido a elegir vuestros videojuegos
Este fin de semana me sorprendía al leer las breves de mi amigo Álvaro Ondina aquí, en Mundogamers, y descubrir que las ventas de Assassin's Creed Syndicate habían sido decepcionantes. Poco queda del casi millón y medio que vendió en su momento el primer Assassin's Creed de Patrice Désilets, y en esta ocasión se han tenido que contentar con los poco más de 390.000 unidades vendidas el primer día.
Una cifra que no está mal pero que palidecen si se comparan con los cuatro millones de ventas que consiguió The Witcher 3: Wild Hunt en sus dos primeras semanas de vida, los casi 500 millones de dólares de beneficios que, según Bobby Kotick, ha logrado ya Call of Duty Black Ops III o las cifras récords de Fallout 4, que tras distribuir 12 millones de copias se encuentra ya reponiendo stock en varias tiendas y se ha convertido desde el día uno en el juego más jugado en Steam, el más reservado del año, la edicion coleccionista más rápidamente agotada de la historia con su Pip-Boy Edition y el lanzamiento de juego más visto de 2015, a lo que se une su app, que es número uno en el iTunes App Store.
¿Son las ventas un indicativo importante?
Pues todo apunta a que así es. Por un lado, las ventas parecen estar demostrando que la confianza es algo con lo que es mejor no jugar. Y es que, si bien parece que con Assassin's Creed Syndicate Yves Guillemot ha aprendido a que las cosas hay que hacerlas bien -o al menos no tan mal-, los usuarios ya no se fían y han hecho que las reservas y las ventas de lanzamiento hayan sufrido un duro revés.
La confianza del público es algo importante, y cuando juegas a desdecir lo que dijiste y decir digo donde dije Diego, el usuario se cansa. No puedes defender el desarrollo anual como firma de creación después de haber mentido descaradamente al decir que Syndicate llevaba años en desarrollo. No puedes seguir eludiendo la responsabilidad de tus errores a costa de parches que nunca acaban por salir bien, y no puedes ofrecer cosas que luego nunca verán la luz.
Y es una pena, porque parece que este Syndicate es el mejor Assassin's de los últimos tiempos, pero el usuario medio ya se ha cansado, no tiene ganas de seguir siendo estafado y, lo que es más importante, ha decidido dejar de fiarse de la prensa.
El segundo indicativo de las ventas
El segundo indicativo de las ventas es, precisamente, esa falta de confianza en la prensa especializada como fuente de la que mana la información a la hora de reservar tus videojuegos. De poco valió la campaña de 'cuidado con Unity' del año pasado, como de poco ha valido la campaña de 'chicos, Syndicate ha aprendido' de este año. Fallout 4 se está haciendo con los récords de ventas y juego más reservado, agotado y jugado en Steam a pesar de la campaña de descrédito que empezó el fin de semana anterior a su lanzamiento, y Call of Duty Black Ops III está funcionando perfectamente a pesar de que muchos de mis compañeros lo usen siempre a modo de choteo y de ejemplo de juego 'sin alma'.
Y es que el público, vosotros, habéis aprendido. Habéis aprendido a no dar vuestra fe ciega a las compañías, sí, pero también a no fiaros del todo de lo que leéis por internet y a esperar a ser vosotros quienes hagáis vuestros propios juicios. Y así Bloodborne, a pesar de las palmaditas en la espalda que se llevó por parte de mis compañeros de internet se quedó en los dos millones de ventas en septiembre -que ojo, no está nada mal para ser el juego que es-. Syndicate las está pasando canutas para despegar, Witcher 3 funcionó bien pero con cautela y Fallout 4 se está convirtiendo en el récord del año.
Y esto es estupendo, porque por mucho que queramos pensar desde mi profesión que nuestro trabajo es un bien necesario para ayudaros a tomar vuestras propias elecciones lo cierto es que son vuestro instinto, vuestros gustos y vuestras propias opiniones las que deben guiaros a la hora de comprar un juego. Sobre todo cuando los medios están plagados de opiniones negativas para meter puyitas, castigos a quienes no mandaron una copia al blog, valoraciones positivas porque este comunity manager me cae bien o porque así quedo de guay, y demás estupideces de patio de colegio de las que prefiero no hablar.
¡Nos leemos!
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