El modo Dominion y el adiós a lo no competitivo
Una vez a la semana, como mínimo, nos toca hablar de League of Legends. La vida es dura, amigos. Menos para aquellos a los que le gusta este maldito juego absorbe-almas. Somos masocas, qué le vamos a hacer. Sí, Rito nos ha causado muchos problemas, pero también nos ha regalado bastantes alegrías. Por no hablar de lo increíble que es todo el mundo de la competición y la Liga de Leyendas. Eso es pura magia. El problema es que parece que a la compañía californiana la ha cegado el estrellato de los eSports. Es la única forma de explicarse por qué Riot decide abandonar todo aquello que no le parece competitivo.
Es algo que llevamos notando desde hace un tiempo. A la empresa le da por ir añadiendo mejoras, actualizaciones y diferentes parches según lo que vamos viviendo en las ligas superiores. Y no me refiero a los jugadores de Platino, sino a los jugadores profesionales que compiten en la Primera División, como son los equipos de la LCS Europa. Ellos marcan nuestro camino, por eso ahora nos encontramos tantos Graves jungla en Bronce. Nos marcan de una manera que sólo ellos conocen: Diciéndonos, sin llegar a abrir la boca, cómo tenemos que jugar. Y a Riot le dicen lo que tiene que cambiar, sencillo.
Esta tendencia no tiene nada de malo. Bueno, sí, cuando al bronza de tu jungler le da por elegirse a Graves maldices a Origen, a Fnatic y a la madre que los trajo a todos al mundo. Pero imitar a los más grandes no es más que una consecuencia de este gran fenómeno que son los deportes electrónicos. El problema llega cuando Rito elimina aquello que considera no tiene potencial competitivo. Éste es el caso de un modo muy diferente a lo que normalmente vemos de League of Legends, y que no les sonará de nada a aquellos que no han jugado a este género en su vida: El modo Dominion. Mi favorito, todo hay que decirlo.
Ya os lo comentaba en el tutorial de League of Legends, el modo Dominion es el último que debemos jugar, dejándolo siempre para cuando seamos un poco más experimentados. Básicamente, el modo Dominion es una especie de Rey de la Colina en el que debemos capturar cinco puntos estratégicos y defenderlos del enemigo. Se trata de una carrera a contrarreloj en la que iremos perdiendo la vida de nuestro Nexo poco a poco, y debilitando la del rival gracias a esos puntos (y a matar a los demás, capturar las reliquias y esas cosas). Es muy importante llevar un tiempo en el juego para poder conocer qué debemos hacer en Dominion, ya que los campeones no siguen la misma estrategia aquí que en el resto de mapas, y sus puntos fuertes cambian.
Suena interesante, ¿verdad? Sin embargo, Riot ha decidido decir adiós al Dominion por una razón que no tenemos muy claro. Principalmente, porque lo juega muy poca gente en comparación a todos los que nos enganchamos al mapa clásico y a las clasificatorias. No obstante, esto nos ha dolido a muchos de nosotros, ya que el modo Dominion nos servía para desconectar, es una forma de jugar totalmente diferente al resto de League of Legends y un método espléndido para mantenernos en el juego. Pero, en lugar de sacarle partido competitivo – cosa que estaría muy bien, por cierto – al mapa de la Cicatriz de Cristal, prefieren suprimirlo.
Esto recuerda a todos aquellos objetos que han desaparecido o todos esos campeones que han visto sus habilidades modificadas en favor de los profesionales. La fama cuesta, sí, pero nos está costando a los jugadores casuales, que tenemos que sufrir (a veces también se disfruta, sí) la fama de las jugadas de los más pros y las decisiones de Rito en consecuencia. Una muy mala decisión la de echar de una patada a un modo tan bueno y diferente como es el Dominion. ¿Se arrepentirá la compañía? No lo creo, aunque ya han asegurado que procurarán traerlo de vuelta en eventos temporales, tipo URF y el April Fools' Day. Yo sólo sé que lo echaré de menos.
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