Por fin podremos probar la primera temporada de las aventuras de Sam & Max. Y lo hace, para compensar la espera de casi dos años, en una edición de auténtico lujo cargadita de extras y todo tipo de material adicional. El point'n click vuelve a nuestros PC's por la puerta grande.
A mediados de los 90, en pleno auge de las aventuras gráficas para PC, apareció un título firmado por los genios del momento en dicho género: LucasArts. Solamente esa rúbrica bastaba como garantía de calidad, por supuesto, pero al adentrarnos en el juego descubríamos a dos personajes que elevaban a una buena aventura como 'Sam & Max: Hit the Road' hasta la categoría de obra de culto ellos solitos, gracias a su peculiar sentido del humor socarrón y a la sarcástica forma de afrontar todas las, tremendamente hilarantes, situaciones que les planteaba la aventura.
Y es que, una pareja de detectives privados formada por un perro y un conejo antropomórficos no puede dar lugar más que a un gran juego. El tándem que formaban Sam, altamente sobrio y centrado en su trabajo, y Max, el conejo hiperkinético y tremendamente ácido en sus comentarios, funcionaba como perfecto nexo de unión entre las surrealistas situaciones que planteaba la aventura. Porque, si bien este ambiente de surrealismo y locura constante que impregnaba todo el título impactó un poco a los fans de las aventuras gráficas en un principio, pronto acabamos todos rendidos ante la genialidad y la personalidad de la peculiar pareja protagonista.
Realmente el juego funcionó, y se hizo con una numerosa legión de seguidores, que reclamaba a viva voz una continuación de las aventuras de su dúo antropomorfo favorito. La misma Lucas Arts se encargó de alimentar las esperanzas de los fans anunciando una nueva entrega que, para desgracia de estos, nunca llegaría a ver la luz. Sólo tras la adquisición de los derechos de la franquicia por parte de Telltale Games, y su anuncio de colaboración directa con el creador de los personajes originales, volvimos a recuperar la ilusión de ver un juego que estuviese a la altura.
Conscientes de que el género no pasa por su mejor momento, Telltale optó por una inteligente estrategia a la hora de distribuir el título: episodios descargables a través de la red. Episodios cortos, de poco más que un par de horas de duración cada uno, autoconclusivos pero conectados unos con otros a través de una trama general. Esta fórmula, muy de moda en la actualidad, ha permitido al juego llegar a un número mucho más elevado de jugadores, tanto por la inmediatez a la hora de adquirirlo como por el reducido precio que costaba cada episodio, haciendo que muchos curiosos se acercaran a uno de ellos sólo por probar la serie.
Ahora, gracias a Nobilis, nos llega la primera temporada completa a nuestro país, recopilada en un único DVD. Aunque algo tarde, recordamos que el primer capítulo fue lanzado en EEUU allá por el 2006, al menos tenemos la oportunidad de jugar todos los capítulos juntos y poder seguir las aventuras de Sam & Max de una manera continuada. Además, la edición que nos llega cuenta con un buen puñado de extras (BSO, entrevistas, biografías...) con las que complementar una experiencia de juego que, tanto por inmediatez del formato como por su sencilla y demoledora jugabilidad, se nos antoja la mar de recomendable tanto para fans de las aventuras gráficas como para los que se quieran dar su primer chapuzón en el género.
Porque jugablemente los desarrolladores parecen haber dado en el clavo, consiguiendo reunir en cada capítulo todos los elementos que necesita cualquier aventura gráfica que se precie. Para haceros una idea, imaginad esas mini-aventuras point&click programadas en flash que pueblan nuestra red actualmente, con esa combinación de sencillez de acciones a la vez que profundidad en la narrativa que las han hecho grandes.
Pues bien, ahora súmales la complejidad (que no dificultad) típica de las aventuras gráficas clásicas, pero elevada al cubo gracias a la maravillosa atmósfera de absurdez que envuelve al título. Ya sabes, te encuentras ante una situación en la que no sabes qué hacer, pruebas de usar un objeto... te equivocas, no pasa nada. Ahora pruebas de hacer una acción... te vuelves a equivocar, tampoco funciona. Y entonces pruebas de hacer aquello que nunca hubieses imaginado que funcionaría... y esta vez aciertas: tampoco funciona.
Uno de los elementos principales para avanzar en la trama serán las conversaciones (que resolverás escogiendo entre tres, o a lo sumo cuatro, opciones en cada caso) llenas de momentos muy divertidos y disparatados, sobre todo cuando el protagonismo recae sobre Max. Éste, por cierto, se limita a acompañarnos durante el juego y poner la nota de humor golfo, ya que nuestro control recaerá sobre el sobrio perro Sam en todo momento.
Otros elementos jugables, que tampoco podían faltar en ninguna aventura al uso, también irán haciendo acto de presencia a medida que el título lo requiera. Siempre al servicio de la narrativa, los puzzles y mini-juegos, que aunque no serán demasiados en número, sí llegan para dar un necesario soplo de aire fresco; además de resultar una excusa para los guionistas de cara a meternos de lleno en las situaciones más surrealistas posibles, como perseguir con nuestro coche a una estatua de veinte metros viviente, sólo por poner un ejemplo.
Una jugabilidad como esta, basada en lo original y disparatado de su planteamiento, necesita unos gráficos que acompañen. Los episodios siguen básicamente el mismo patrón gráfico que aquel ?Hit the road?, en los que se intenta en todo momento recrear a los personajes y al entorno siguiendo la estética comic-book en la que nacieron, pero con las bondades gráficas del hardware actual, por supuesto. Escenarios muy coloristas, olvidando los colores planos del pasado, bien iluminados y cargados de detalles por todas partes. Y teniendo en cuenta que nuestras aventuras nos llevarán desde un plató de televisión hasta la mismísima Casa Blanca de un capítulo a otro, comprenderás que estos escenarios cobran un papel más que importante en el conjunto del juego.
Pero si algo brilla con luz propia en mitad de todo esto son, sin duda alguna, los personajes. Todos (repito: todos) ellos, incluido hasta el secundario menos importante, están diseñados siguiendo a la perfección la estética del cómic original, se nota a la legua la implicación de Steve Purcell (el creador del cómic original del que hablábamos antes) en el proceso, y se ha intentado transmitir la misma atmósfera de locura constante en todos ellos, tanto en el vendedor del badulaque de las esquina como en el mismísimo presidente de los EEUU. Todos.
Sam & Max: Temporada Primera se presume como un producto altamente disfrutable, sobre todo por parte de un tipo de público más ?casual?. El primer contacto con alguno de sus capítulos apunta a que el sentido del humor del que hace gala va a darnos muchos buenos momentos, y le da ese 'plus' que te mantiene pegado a la pantalla en los grandes juegos. Ya sea con una cinemática de unos guardaespaldas representando un musical, metiéndonos de repente en un alocado reallity show o en cualquier otra situación absurda; no sabes muy bien cómo pero la trama te va enganchando.
En contrapartida, el conjunto se nos antoja un poco ?light? para un fanático de las complejas aventuras gráficas de antaño, por ejemplo, y la simplicidad de la que hace gala puede pasarle factura frente a un público más exigente. También habrá que ver otros aspectos en el resultado final, como si el tema de la localización a nuestro país está a la altura.
Todo esto es algo que no podremos saber hasta hincarle el diente al juego completo, así que tendremos que esperar al análisis definitivo del título. Si Max no acaba con nosotros antes, claro...
| Lanzamiento: 09-05-08 
El dúo dinámico.
Nunca imaginarías a que lugares te va a llevar esta aventura.
Hay que reírse con Max.
Aunque no lo parezca, están interpretando un musical...
Camarera! Hay un conejo hiperquinético en mi sopa!
No os dejéis asustar... es todo pose.
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