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Avance Quantum Break ,XONE

Impresiones tras jugar a lo próximo de Remedy. 
Viernes 18 de Marzo de 2016 por Álex Pareja

"El tiempo es poder" ha sido una de las frases utilizadas en la campaña de márketing de Quantum Break, la próxima y esperadísima obra de Remedy Entertainment. Después de poder probar la versión del juego final durante varios minutos podemos darnos cuenta de que es un eslogan muy bien escogido: realmente, poder controlar el tiempo de diversas maneras es lo que nos va a permitir sobrevir a esta nueva propuesta

 

Pero antes de adentrarme en lo que me han parecido las secuencias jugables de acción del título, cabe destacar algo que me parece positivo y algo que muchos jugadores deben de tener muy en cuenta antes de lanzarse a por Quantum Break el próximo 5 de abril: es un título peculiar, al que su estudio vuelve a impregnar de esa personalidad que hemos visto en sus juegos anteriores. De hecho, Quantum Break me ha recordado bastante a Alan Wake en muchos sentidos. 

 

 

La nueva obra de Remedy sabrá diferenciar perfectamente bien los distintos momentos a los que el jugador debe enfrentarse, ya que viviremos momentos de calma, en los que podremos pasear por escenarios más o menos abiertos, recolectar objetos de distintos tipos (coleccionables o que nos aportarán información sobre la trama) y avanzar de forma tranquila, donde quizás también nos encontremos con algún pequeño reto (conseguir alcanzar una zona concreta del escenario para poder avanzar) frente a otros donde los tiroteos serán constantes contra oleadas de enemigos, sin querer olvidar los capítulos de la serie que también conformarán el todo de la obra. 

 

 

Habrá cuatro capítulos protagonizados por actores reales, cada uno de unos 20 minutos de duración, pero que contarán con unas 40 variantes. ¿A qué se deben estos cambios? A que habrá diversas decisiones y elementos que nos encontraremos en el videojuego que pueden cambiar el curso de la trama. Yo solo pude ser testigo de un par de ejemplos: el primero tenía que ver con la interacción o no por parte del jugador de un objeto situado en el escenario, que serán importantes, y el otro con una decisión más directa. En este caso concreto, el personaje que controla el jugador (que no era el protagonista interpretado por Shawn Ashmore sino el de Aidan Gillen, que parece que también se podrá controlar en algunos momentos) decidía si quería actuar a una determinada situación utilizando la fuerza bruta o decidía seguir otro camino más pacífico.

 

Antes de elegir una de ellas, el juego nos dejará ver una pequeña previsualización de lo que nos vamos a encontrar al otro lado de cada respuesta, para que nos hagamos una idea mejor y no nos encontremos con ciertas dudas típicas de los videojuegos de elecciones morales, donde el texto escrito para cada una de estas resoluciones puede llevar a confusión. La consecuencia de nuestra elección se deja ver en el siguiente capítulo de la serie, y un personaje morirá o no dependiendo de ella. Es decir, que las decisiones variarán el juego en sí, su historia y también lo que ocurre en estos capítulos que se irán entrelazando. Falta saber si en todos los momentos que encontraremos en el juego donde hay que tomar decisiones habrá solo dos opciones cada vez o más. 

 

 

Otra parte fundamental de Quantum Break es su sistema de combate, que quizás es lo que me ha dejado más dudas hasta el momento. Decía al principio lo bien elegido que me parecía el eslogan de "el tiempo es poder" porque el jugador puede comprobarlo de primera mano en estos enfrentamientos, ya que además de armas de fuego típicas contará con varios poderes que le permitirán lidiar con los atacantes. Uno de los poderes, por ejemplo, nos permitirá ver un indicador con nuestro próximo objetivo (útil para saber a dónde dirigirnos, ya que los escenarios son más o menos grandes) y para marcar en rojo a los enemigos, otro nos permitirá parar el tiempo, otro hacer un rápido movimiento que golpea al rival, otro lanzará una especie de campo de fuerza que será útil para quitarnos de encima a los enemigos que se nos arremolinen cerca (bastante imprescindible si tenemos en cuenta que no hay ningún tipo de ataque cuerpo a cuerpo), junto a otros más poderosos que permitirán lanzar una gran onda expansiva que revienta a los enemigos sin piedad, por ejemplo. 

 

 

Utilizar cada uno de estos poderes será fundamental para avanzar, ya que habrá muchos enemigos a la vez, nos pondrán las cosas difíciles y progresar solo a tiros puede ser una proeza. Aún así, pasaremos mucho tiempo entre coberturas, disparando y consiguiendo nuevos tipos de armas. ¿Qué tal se comporta Quantum Break en este sentido? No del todo mal, aunque sinceramente me ha dejado un poco frío en algunas ocasiones (a falta de poder probarlo con tranquilidad y en profundidad, vaya por delante). Nuestro protagonista toma las coberturas de forma automática (nosotros no pulsamos ningún botón para que se cubra), pero no podemos disparar sin apuntar, por ejemplo, ni hacer movimientos evasivos, y no parece el mejor exponente existente en el terreno de los shooters en tercera persona. Pero son entretenidos y funcionan, con unas armas que al menos se sienten contundentes y que varían según el tipo (escopetas, pistolas, ametrelladoras, subfusiles...). 

 

Es imposible llegar a una conclusión tras haber jugado tan poco, ya que Quantum Break necesita disfrutarse en reposo, con calma y leyendo toda la información que nos encontraremos a lo largo de los escenarios (que estarán repletos de objetos y elementos interactivos). Parece que tiene el sello y la personalidad de Remedy, que a más de uno le entusiasmará y a otros quizás no tanto. Falta ver hasta dónde podrán llegar realmente nuestras decisiones, la calidad de la propia trama, de la serie, de los poderes, de los combates contra los enemigos... El tiempo es poder, y cada vez queda menos para que podamos despejar todas estas dudas del todo


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