Y la jugabilidad, ¿qué?
Konami prefirió repetir la fórmula de éxito ya conseguida en Pes 3 y, exceptuando algunas novedades, se ha limitado a introducir pequeños cambios o ajustes en lo ya visto, cosa que hace que este Winning Eleven 8 muy parecido a la entrega anterior.
WE 8 se olvida del dribling fácil de Pes 3 y pone las cosas más difíciles en los encontronazos con la defensa rival. El juego es más en equipo que en Pes 3, con lo que saber usar los pases y todas sus variantes ? en alto, paredes, adelantados... ? será vital para superar el muro enemigo. Los pases en alto, sin entender el porqué, se han vuelto un poco más difíciles de usar y menos intuitivos, dificultando aún más nuestro juego.
Otro de los cambios importantes es el ajuste de potencia de los chuts En Pes 3 pecaban de ser auténticos misiles y en este Winning Eleven 8 se han vuelto mucho menos potentes y sin esa tendencia de ir por la escuadra que le quitaban realismo. Marcar un gol de un chut desde fuera del área será mucho más difícil que en la anterior entrega, algo que algunos maldecirán y otros agradecerán.
Las novedades que ofrece Winning Eleven 8 hacen que el juego se haga complicado durante las primeras horas de juego, principalmente el cambio de ritmo del juego, ahora mucho más pausado. Pese a haber jugado muchas horas seguimos notando cierto aumento de dificultad, pero hasta el análisis de la versión europea no vamos a afirmarlo. Lo que si podemos afirmar es que en la tienda WE se puede comprar una opción para que haga un sexto nivel de dificultad.
Los árbitros, además de aparecer como tales en el terreno de juego, han sufrido una serie de mejoras. Una de las cosas más desquiciantes en Pes 3 era el perder un jugador por una falta dura sin importancia, como la presión de un delantero a un defensa. En esta ocasión el árbitro sabrá apreciar que faltas son amonestables con tarjeta amarilla y cuales son ocasión manifiesta de gol y por tanto se merecen una roja directa. Los árbitros también amonestarán la reiteración de faltas por parte de un jugador, además de que sabrán aplicar la ley de la ventaja tal y como ya sabían en el Winning Eleven 7 International.
Pese a estos cambios sugerentes, nos encontramos con una muy desagradable sorpresa. A expensas de que se pueda solucionar en la versión europea ? recemos porqué así sea ? no nos ha gustado en absoluto las continuas ralentizaciones en saques de esquina, faltas y centros con acumulación de jugadores en el área. Llegan a ser molestas y son las peores que este servidor ha visto en un Winning Eleven, donde prima la jugabilidad por encima de todo.
El apartado gráfico
No nos podíamos olvidar del engine gráfico de la octava entrega de Winning Eleven. El cambio más importante respecto a la entrega anterior ha sido la caracterización de los futbolistas. Realmente da gusto ver el parecido con su homónimo real que tienen jugadores como Henry, Zidane, Figo... e incluso jugadores que en anteriores entregas no habían sufrido una caracterización tan buena, como Puyol. Por tanto, los jugadores han sufrido una mejora de calidad de texturas importante, dejando a este Winning Eleven 8 como un deleite a nivel gráfico.
Quizá tanta mejora en este aspecto sea el que provoque los slow-down que comentábamos anteriormente. Sea o no sea esa la razón, también hemos notado como las texturas del césped han perdido calidad, lo que le resta realismo. Parece claro que PS2 está obsoleta...
A mordernos las uñas...
De momento estas son las principales novedades que hemos apreciado durante la primera toma de contacto con Winning Eleven 8. Pese a algunos errores visibles e importantes, aporta grandes novedades que siguen demostrando que esta saga no tiene límites.
A la espera ? que se hará eterna ? de la aparición de Pro Evolution Soccer 4, estas son las primeras páginas que podemos comentaros acerca del juego. Hay mucho más que contar, muchos más partidos por jugar... pero los reservamos para el análisis de la versión europea. Hasta entonces, a disfrutar del inicio de la liga... | Raúl contra la defensa inglesa. Impresionante vista del estadio. ¡Y aquí tenemos al once ganador! Nedved es idéntico a su homónimo de carne y huesos. |