Project Natal

Antes de que el próximo E3 desvele, supuestamente, todos los secretos de su nuevo periférico, Microsoft nos ha acercado Project Natal a Madrid para que lo probáramos por nosotros mismos. La misma demo técnica ya vista hace un año pero que, para nuestra fortuna, hemos podido disfrutar ligeramente mejorada y de primera mano. Nuestras impresiones han resultado muy positivas, aunque aún es pronto para saber en profundidad que nos deparará este ambicioso proyecto.

Mientras esperábamos para jugar a la beta, hemos podido recapitular de nuevo los detalles de Natal conocidos hasta el momento. Para empezar, Microsoft ha insistido en que el periférico será absolutamente compatible con todas las consolas Xbox 360, tanto las nuevas como las actuales, y que, por lo tanto, se podrá adquirir en las tiendas de manera independiente. Igualmente se ha confirmado que se pondrá a la venta a finales de año, y que sus primeros juegos, nombre definitivo y precio se desvelarán el próximo 13 de junio.

Aunque es importante señalar que la demo que hemos probado no era un juego propiamente dicho, sí nos ha servido para hacernos una idea de las posibilidades que tendrá el invento. Además ha dejado bien claras cuales serán, al menos en un principio, sus principales características: sencillez y libertad. A la hora de jugar, hemos tenido acceso a una especie de minijuego que consistía en golpear una bola para derribar unos ladrillos situados a unos metros de distancia de nuestro avatar virtual. Un concepto muy simple pero gracias al cual hemos podido experimentar esta nueva forma de jugar.

La respuesta del sensor, al contrario de lo que se venía diciendo hasta ahora, nos ha parecido bastante precisa, a pesar de que aún queda pulirla durante estos meses. Todos nuestros movimientos corporales se han reflejado de una forma realmente exacta. Y no hablamos de posturas específicas diseñadas para el programa en cuestión, sino todas las acciones que queramos llevar a cabo en el radio tridimensional situado enfrente del sensor. Esto demuestra las infinitas posibilidades que Natal puede llegar a ofrecer. Desde luego, Microsoft no estaba marcándose un farol en este sentido. Seguro que incluso los jugadores más tradicionales pronto se olvidan de que están jugando sin mando ante lo divertido que resultará.

En cualquier caso, a pesar de esta primera impresión tan prometedora, hay algunos aspectos que continúan siendo un misterio y de los cuales dependerá en gran medida el éxito o el fracaso de Natal. Para empezar, el espacio necesario para disfrutar de él. Suponemos que esto variará en función al juego del que se trate, pero, especialmente a la hora de jugar en compañía, da la impresión de que vamos a necesitar un salón bastante amplio para aprovechar a tope las posibilidades del periférico. Por otro lado, también tenemos ganas de saber a qué tipo de público orientará Microsoft Natal. Parece evidente que se intentará atraer al máximo a jugadores nuevos y casuales, pero ¿logrará la compañía desarrollar títulos profundos para los usuarios más veteranos? Esperemos que así sea y que finalmente Natal no se convierta en un reclamo peligrosamente superficial.

Estos y otros interrogantes, como el uso del micrófono incluido dentro del propio periférico y que aún no hemos podido utilizar, se resolverán en el próximo E3. Hasta entonces, Project Natal nos ha dado una impresión muy favorable. No sólo supone una gran innovación distinta a todo lo visto hasta ahora, sino que puede llegar a ofrecer un sinfín de posibilidades y experiencias completamente originales e impensables hace solamente unos años. Disfrutar de juegos de lucha o deportivos con nuestro cuerpo como único mando puede ser revolucionario. La expectación es máxima; el riesgo, real.
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