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Premios Mundogamers 2010: Los mejores videojuegos del año, del 5 al 1

Sábado 11 de Diciembre de 2010 por Redacción
Los 25 mejores juegos del año, del 25 al 21

Los 25 mejores juegos del año, del 20 al 16

Los 25 mejores juegos del año, del 15 al 11

Los 25 mejores juegos del año, del 10 al 6

5 - Mass Effect 2 (Xbox 360, PC)

Cuando más empezábamos a añorar Mass Effect, su secuela bajó del cielo de la sci-fi moderna para plantar un nuevo punto y aparte en la narrativa de BioWare. Con una premisa y guión de fórmula básica (un héroe, una gran amenaza, una misión y un equipo al que reclutar) el estudio canadiense da un giro total a raíz de las experiencias vividas de todos y cada uno de sus singulares personajes. Compuesto como si se tratase de una serie de TV, capitular, denso y lleno de referencias, expandió la ya de por sí soberbia ?primera temporada' y nos puso en diferentes tesituras como capitán: la saga, en su viraje de última hora hacia la acción, no perdió entidad si no que pulió su jugabilidad consiguió demostrar que más allá de las coberturas y las secuencias de acción espectaculares hay lugar para una historia con carisma, buen desarrollo de personajes y combinar al fin, ese universo de rol espectacular y ambicioso con un desarrollo ameno y una ambientación sobrecogedora.

Si tras cruzar la galaxia de lo imaginable en un plataformas todos nos preguntábamos cual sería el siguiente salto de Nintendo con su máximo estandarte, una secuela directa no podía sonar menos estimulante y descontextualizado. Precisamente y por muy pocas veces, podemos asegurar que una secuela tan evidente ha conseguido nacer de la necesidad, sin artificios, de modo natural: aún había algo que explorar en la mecánica de Galaxy e incluso la tecnología de Wii. SMG2 deja el diseño de niveles de su primera entrega, que en su momento nos pareció una montaña rusa, en una secuencia de vídeo a cámara lenta: SMG2 resulta trepidante y el ejercicio de diseño de niveles más perfecto y retante de los últimos años, una secuela donde Yoshi, las nuevas habilidades de Mario o los mundos prácticamente abstractos no restan el protagonismo a la estrella y su control, pero sí que crean una simbiosis entre el jugador y sus acciones en pantalla que ningún otro juego ha logrado hasta ahora, y no por un sistema de interfaz revolucionario o un tipo de respuesta nueva a nuestras acciones: simplemente por crear un engranaje perfecto, el acto suicida de apostar a querer mejorar la perfección, sabiendo que no se podía fracasar en absoluto con semejante precedente.

3 - Demon's Souls (PS3)

Puede que hayas estado toda la vida jugando a juegos como Demon's Souls y no lo sepas, o puede que no, que esta sea la experiencia más increíblemente jugable que hayas experimentado, no sólo en el ámbito del rol. Sea como sea, que un juego de estas características aparezca ahora es tan incoherente como necesario, hasta tal punto que ha cogido por sorpresa a una generación acostumbrada al checkpoint fácil y la subida cuasi-automática de nivel. Incluso a la plantilla más hambrienta de historias y guiones sorprendentes de esta editorial le importa poco lo que nos quiere contar el mundo de Demon's, lo único que busca es hacerse un plano mental del mundo 2-4 y cómo puede lograr vencer a este otro jefe final. Todo un título retro-visionario que ha dejado con el trasero al aire a los blockbusters del año, propio de una época en que los videojuegos parecían haber aprendido a hablar para posteriormente quedarse mudos. Si te gustan los videojuegos, si te gusta esa mecánica que te obnubila, te absorbe hasta el punto de que no existe nada a tu alrededor que se salga del marco de tu televisor, te gusta Demon's Souls.

2 - Bayonetta (Xbox 360, PS3)

Con Bayonetta, Platinum han jugado a ser Nintendo EAD. Han mirado la competencia y se han jactado de su mutismo, de su falta de ambición e incapacidad de reacción. Han rescatado un género que el propio Kamiya había generado a base de pilares en un principio incompatibles con Devil May Cry, los ha destruído y ha re-hecho de sus propios escombros una experiencia de juego hipnótica, portentosa y que a su vez consigue con su disparatada dirección artística, entre vello femenino, tacones de aguja demoníacos y ángeles caídos, conformar un mundo carismático y lisérgico. Bayonetta ponte un punto y aparte en la carrera de Kamiya y su equipo: no solo es mejor que ningún otro juego publicado por Sega desde que se ha convertido en Third Party, también es el juego más redondo de Platinum / Cover y uno de los juegos más perfectos de todos los tiempos. El primer slash em up que respeta de igual forma la evasión y la defensa que el momento de ataque, el timing que el tiempo de agresión y reacción enemigo, mientras que la estructura de sus niveles consiguen que no repitamos una misma acción ni una sola vez. Salvo disparar por los tacones mientras bailamos break dance por el escenario, por puro placer, una y otra vez, al son de fly me to the moon.

1 - Heavy Rain (PS3)

Heavy Rain ha causado una controversia que, según cierto sector de la población del mundo del videojuego, no le ha hecho bien, pero no es cierto. Heavy Rain llegó para romper moldes, estandartes, baluartes de la cultura del videojuego. Incluso su mecánica cinematográfica y basada en Quick Time Events se aplica al concepto puro de videojuego, como demuestra un clímax que no podría contemplarse desde el punto de vista de otro medio que no fuera interactivo. Su guión es férreo. Sus personajes llevan una biblia de características personales a sus espaldas, y lo más importante, su estructura de aventura gráfica se ríe de todos aquellos que piensan lo que piensan del género. Es un manotazo en la cara, que te atrapa, que te hace querer parar de jugar para llamar a un amigo y decirle: Estoy donde los cristales, ¿tú por dónde vas?. Un juego donde parar no significa romper el ritmo como muchos títulos hacen para alargar la experiencia.

En Heavy Rain, sentarte a observar a tu hijo tras un divorcio y dejarlo ahí, quieto, mientras la cámara sirve planos aberrantes a gusto del consumidor, hace que empaticemos con cada uno de los cuatro personajes que protagonizan la aventura. Es el juego que quieres enseñar a los amigos cuando entran a tu casa, y del que hablará a los suyos cuando sale. Es el juego del que todo el mundo habla, que crea debate y hace avanzar a la industria. En el que piensan los genios desarrolladores cuando se van a dormir (sea para bien o para mal), porque tienen que formarse una opinión sólida de él. Y es que a veces, como jugadores, olvidamos lo que engrandece a un título por estar metido hasta la cabeza en mecánicas complicadas y/o excluyentes. Y cuando se lo intentamos explicar a alguien, éste no comprende qué nos atrae tanto de ese juego tan cuadriculado. Cuando ponemos el disco de Heavy Rain, no ocurre eso. Todo el mundo entiende por qué gusta. Porque es bueno. Es diferente. Porque es el juego del año.
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