1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. WII

Analisis Mushroom Men: Las Guerras Espora WII

Martes 26 de Mayo de 2009 por Omar Álvarez
Hay algo especial en Mushroom Men que se escapa al cada día más frágil barómetro habitual con la que calificar los videojuegos por lo bonitos, innovadores, largos o ?divertidos? que sean.

El juego de SouthPeak, un tapado y una rareza en sí misma (IP original, aspecto extravagante, exclusivo de Wii, híbrido de géneros) representa un trabajo bien hecho con unos medios tan precarios. Queda manifiesto desde la pantalla del inicio hasta los títulos de crédito que se trata de un juego modesto, pero muy medido y meditado.

En Mushroom Men, encarnaremos a un hongo radioactivo proveniente del espacio exterior (PAX, homenaje a la película protagonizada por Kevin Spacey K-Pax) en conflicto con su pueblo y los seres enemigos por su adicción a los hongos sagrados extraterrestres (juro que es más delirante verlo en pantalla). El carácter en el juego de South Peak se encuentra en la ambientación inspirada en la ciencia ficción de serie Z de los años 60, un combo explosivo al más puro estilo Destroy All Humans, pero disfrazado de cuento infantil.

La mecánica de Mushroom Men es muy particular: primero porque destaca una mezcla de géneros, aventura, exploración, plataforms y RPG, propia de los juegos inspirados en Ocarina of Time tras el boom del clásico de Nintendo 64 hace diez años. Tiene un regusto a Spyro the Dragoon, a los plataformas primigenios de PSX que sin destacar por estar en una plataforma como Wii, si que les podemos encontrar un gran sentido comercial como aventura menor idónea para jóvenes entre los 7 y 14 años.

La escala en Mushroom Men fantasea con los entornos y encuentra soluciones de diseño magníficas: al medir poco más de 3 centímetros, una simple astilla con un dedal será un potente martillo, un tablón de madera roto, un puente kilométrico y un topo común, una amenazadora bestia. La sensación de magnitud se ha conseguido con cuidado e inteligencia, sin excesos técnicos pero con un carismático diseño.

Para golpear realizaremos los clásicos movimientos con el Wiimote, donde no encontraremos mucha profundidad ni cantidad de combos para eliminar los topos-mutantes, cucarachas-mutantes o cualquiercosa-mutante. El combate es demasiado unidireccional y la exploración tampoco obliga a ser muy exhaustivos: que el único punto de dificultad real consista en la fatídica localización de los ?check-point?, aunque las secciones de plataformas están bien resueltas.

El problema en MM: Las guerras Espora, es que más allá de una dirección artística acertada y un par de momentos brillantes en su desarrollo, se trata de una aventura demasiado plana, fácil, sin alicientes rejugables y que está a años luz de las grandes producciones de la consola. El motivo por el que lo destacamos, es por su particular carisma, precisamente por imitar las producciones medianas del mundo del celuloide y conseguir, sin mayores repercusiones, ser una aventura honesta y noble para esos niños que todos hemos sido algún día y por fortuna o desgracia, muchos seguimos siendo aunque peinemos canas.

NOTA FINAL: 6,5
6

/ 10


<< Anterior Siguiente >>