Ya lo decíamos en el avance de hace unas semanas: han tenido que pasar más de diez años y unas cuantas entregas tan pretenciosas como prescindibles, para que Mortal Kombat haya vuelto a ser lo que era. Porque es así de fácil:
estamos ante el regreso de la serie a sus orígenes; a su esencia de arcade rápido, intenso, divertido y carismático. Sin historias ahogadas en su propia mitología ni cientos de personajes seleccionables. Este nuevo Mortal Kombat es lo que los fans veteranos (entre los que me incluyo) veníamos pidiendo, y lo que cualquier nuevo usuario podría desear de querer iniciarse en la serie. Es cierto, vivimos una época marcada en gran medida por una profunda pseudo-nostalgia, pero de todos los remakes o
reboots mediocres que cada pocos meses ven la luz, Mortal Kombat es, junto a Donkey Kong, una de las franquicias a la que mejor le ha sentado la moda.
Desde el primer combate,
Mortal Kombat se antoja como un título de lucha honesto, fácil de jugar y tampoco especialmente difícil de dominar. Justo lo que era: el arcade perfecto si no tenías tiempo o ganas de profundizar en Street Fighter o Fatal Fury. No es que no tenga combos, porque los tiene a montones, pero es verdad que éstos son menos exigentes y sencillos de ejecutar que los de la competencia. Pero también esto es parte de su identidad. Su gracia, sumada a la sangre, el alto componente gore, los fatalities y todo eso. Afortunadamente
esta nueva entrega es tan adulta y sangrienta como cabía esperar, y no tiene nada que ver con el suavizado DC Universe vs Mortal Kombat.
Pero a pesar de su estilo clásico 2D (jugable, no visual), lo nuevo de NetherRealm Studios también ofrece novedades. Una de las más significativas son los combates por parejas, o Tag Team, al más puro estilo King of Fighters. Al igual que en la saga de SNK, es posible cambiar de luchador en todo momento. Un añadido que suma y no resta al conjunto de la serie.
Y es que Mortal Kombat, pese a contar con una gran personalidad, nunca ha ocultado sus influencias. ¿Para qué? Así sucede también con
los nuevos movimientos especiales, llamados X-Ray Attacks y Enhanced Attacks, que permiten, tras rellenar una barra de energía, ejecutar ataques capaces de debilitar considerablemente al rival. Una novedad que sonará a todos los amantes de la lucha, en especial a los aficionados a Street Fighter IV. Porque siempre ha sido así, imposible entender Mortal Kombat sin Street Fighter, aun siendo dos series tan diferentes.
Como decíamos antes, los fatalities continúan estando presentes en el juego. Todos los personajes (hay un total de veinticinco en el título, aunque ya se han anunciado nuevos descargables), tienen los suyos. Uno al empezar a jugar, y varios más que se pueden desbloquear.
Cada luchador, además, tiene sus propios movimientos, su estilo y sus habilidades, incluso más marcadas que nunca. Todos manteniendo el equilibrio que generalmente ha caracterizado a la serie. El mismo equilibro y los mismos personajes de siempre: Liu Kang, Raiden, Scorpion, Kitana, Johnny Cage, Sub-Zero, Sonya, etc. Como anécdota,
los desarrolladores han incluido al espartano Kratos, de God of War, como invitado especial en la versión de PlayStation 3. Y sinceramente, por su esencia bárbara y violenta se adapta perfectamente al juego, casi como si se hubiese diseñado inicialmente para él. Hasta estéticamente.
Pero el esfuerzo por devolver al juego a sus orígenes se nota hasta en el modo historia, que prácticamente recupera el hilo argumental de los tres primeros Mortal Kombat. Aunque esta es posiblemente la opción más interesante, no es la única.
El título es bastante completo, y desbloquear los muchísimos extras que esconde en su ya mítica Kripta lleva lo suyo. Para ello tienes que ir consiguiendo monedas a medida que superas desafíos en la Torre de los Retos, el otro gran modo. Y a todo esto hay que sumarle un apartado gráfico bastante correcto (donde el rojo es siempre predominante) y el trabajo que se ha hecho por traerlo doblado al castellano.
Esta vez NetherRealm sí lo ha conseguido. Ha devuelto a Mortal Kombat al Olimpo de los juegos de lucha. Y simplemente tras darse cuenta de que más no siempre significa mejor. Toda una demostración de cómo una serie mítica puede mantener su esencia sin renunciar a la tecnología actual.
NOTA FINAL: 9
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