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Analisis Outland PS1

Sábado 30 de Abril de 2011 por Víctor Junquera
Que no quede nada nuevo que inventar no significa que todo tengan que ser copias de conceptos antiguos que han ido puliéndose con los años. Esto es así en videojuegos, en cine, en literatura y hasta en la gastronomía. Pero como en todo, tomar ciertas referencias como inspiración para hacer algo único, todavía es posible. Y aunque Housmarque no haya reinventado la rueda con este Outland, ha sabido escoger los mejores ingredientes para hacer algo tan simple como una ensalada, pero una que no dejará indiferente a nadie.

Porque es muy fácil coger como base un Super Metroid y hacer algo similar y que salga bien. Prueba de ello es Shadow Complex, el éxito de Live Arcade de 2009, o tomar la parte de absorción de bolas de color de Ikaruga y traspasarla a otro género, como se hizo en Nier. Lo meritorio es coger los conceptos en bruto y hacer que funcionen, y podemos contar más de una decena de referencias en Outland a grandes juegos de todos los tiempos, algo que, sin caer en la parodia fácil, es complejo hacer que funcione.

Flashback, Ikaruga, Prince of Persia, Limbo, Metroid, e incluso saliéndonos ligeramente del género, Tron, son nombres que a los que llevamos mucho en esto nos son más que familiares. ¿Os imagináis una mezcla posible de todo esto? Es difícil, pero hasta que no llevas un par de horas con Outland, probablemente nunca habrías pensado que se pudiera hacer tanto, sólo a base de juntar conceptos.

Outland es una aventura de acción y plataformas de desarrollo 2D en la que la historia es un trasfondo que poco importa. De hecho, el eje del juego es la progresión del protagonista, un elegido capaz de dominar las energías de luz y oscuridad, cuyo leitmotiv comenzará siendo poner fin a su enfermedad desconocida, aunque más tarde se dará cuenta de su verdadera misión. Nada revolucionario hasta aquí. Tampoco habrá nada revolucionario a partir de aquí. Todo lo que os diremos, ya lo habréis visto antes, pero no tan bien mezclado.

El protagonista avanzará adquiriendo habilidades de diversa índole, como nuevos ataques, cargas, pisotones al suelo o rayos de energía, aunque será la principal la de poder cambiar entre rojo y azul para poder absorber los ataques enemigos, un movimiento tan fundamental para sobrevivir tanto en Ikaruga como en Outland, y aunque aquí los enemigos también tendrán esa diferencia de polaridad, esta vez sólo podremos dañar a los del color opuesto.
9

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