1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS1

Analisis Majin and the Forsaken Kingdom PS1

Viernes 26 de Noviembre de 2010 por Alejandro Pascual
Esto es, si duda, una gran demostración de lo que un compañero basado en Inteligencia Artificial puede hacer, hasta tal punto que dejaría a Resident Evil 5 cabizbajo y avergonzado. El Majin se comporta? cómo explicarlo? como un Majin. Y eso es lo formidable de Forsaken Kingdom: han creado una criatura que no tiene parangón en los videojuegos, de la que pocos ejemplos en el sector podríamos dar y, sin embargo, nos parece tan familiar por nuestra cultura cinematográfica y literaria? Majin es el típico amigo gigante y bonachón al que coges cariño.

Tanto está diseñado el juego para este fin, que todo parece girar en torno a los lazos de la amistad. Es curioso como funciona en esto el lenguaje de los videojuegos, cuando parece que todo cuadra y quiere funcionar en torno a un mismo objetivo. Esto no ocurre cuando los puzles están diseñados para ser los más originales y sesudos de la Historia, sino cuando se elaboran para provocar una emoción que refuerce la idea que el juego quiere expresar, en este caso, dos amigos trabajando juntos. Ahora decimos esto mismo del combate. Y lo decimos de los diálogos. Y de la forma que tienen en curarse y la forma de dar órdenes al Majin. Son mecánicas con un fin.

Majin and the Forsaken Kingdom tiene lapsus de genialidad, y decimos lapsus porque a veces parece olvidarse del potencial que tienen algunos de sus diálogos, para terminar siendo en ocasiones demasiado japoneses y volver a hurgar en la vieja y usada herida del destino, del eterno retorno cíclico de las cosas, a lo Zelda. Sólo hay que enfrentarse a algunos de los jefes finales del juego para tener ese sabor esperanzador de tener delante a un enemigo sabio, pero convertido en un monsturo, similar a los encuentros de Soul Reaver con los hermanos de Raziel. Cuando uno cree que conoce el mundo y por ello se hace el héroe para darse cuenta de que no sabe nada. Si tan sólo se hubieran centrado más en ello?

Como título que recorrer, en el que perderse por su mundo abierto e interconectado (volvemos a repetir, a veces parece un Soul Reaver de nueva generación y amigable), nos encontramos con belleza y pasillos matemáticos, algunas veces tan cuadriculados que casi podríamos alcanzar a ver las paredes invisibles. Pero el juego se esfuerza una y otra vez en mantenerte ocupado con cada una de sus disciplinas, ora momentos de sigilo, ora momentos de combate. Sigue haciendo puzles nuevos a medida que hacemos evolucionar las habilidades del Majin. Una vez recogiste piedras, está bien, no lo hagas de nuevo, en su lugar, juega con barriles explosivos. Ya está, ahora comenzaremos con puzles de físicas.

No es que ninguno de estos acertijos lleguen a atormentar al jugador con una dificultad pasmosa, pero en conjunto, unido a la necesidad de ir agazapado, la dureza de los enemigos, la imposibilidad de curación si no es por medio del Majin, al que, recíprocamente tenemos que curar nosotros? Todo hace que la misión que estamos llevando a cabo parezca peligrosa e importante. Más que importante (no deja de ser salvar el mundo), llena de momentos y escenarios a recordar. Como en un viaje, algo así como ocurre en El Señor de los Anillos, donde lo que disfruta el espectador es el camino y no si tiran el anillo a la lava o no.

Hablamos desde la belleza porque Majin es bonito. Si buscas un juego con una movilidad bayonettesca, una profundidad baldursgatiana o un apartado visual crysesco, no lo encontrarás. Puedes verlo en una tienda, o en la casa de un amigo, y pensar fácilmente que quedará sepultado por la multitud, y posiblemente no te equivoques. Pero echa un vistazo a cómo nuestro héroe ladrón se embadurna de la oscuridad, y cómo sus pies se quedan pegados al suelo en cada paso que da, o los horizontes que provoca un ciclo día y noche agitado y tendrás que recordarlo como ?algo más? de lo que un jugador moderno sería capaz de admitir.

Si de momento te tira más la jugabilidad directa de los videojuegos actuales, mejor ponte con otra cosa, o si demandas un juego como este pero mucho más profundo y difícil, pues juega a Demon?s Souls. Ya lo decían sus desarrolladores, los cuales admiten en primera persona que ellos no juegan a videojuego, es más, no les gustan. A ellos lo que les mueve es crear, por eso en Majin todo está conectado. Su mundo, sus personajes, las mecánicas jugables con las emotivas? Majin and the Forsaken Kingdom no es tampoco un sleeper, desde luego, pero es una de esas obras que cuando se hagan listas de los títulos más infravalorados de la generación anterior aparecerá en muchas de ellas. La pregunta es: ¿prefieres descubrirlo ahora o más tarde?

NOTA FINAL: 7.5
7.5

/ 10


<< Anterior Siguiente >>