1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. X360

Analisis Bloodforge ,X360

? Hay que conservar el verdadero metal ?
Sábado 19 de Marzo de 2016 por Diego Emegé

Como si del regreso de Conan se tratase, Microsoft nos trae Bloodforge, donde encontramos un escaparate de odio, rencor y violencia. Y es que esa es la base argumental del título de Climax Studio, un terrible guerrero retirado a una vida hogareña, que ve como todo lo que ha construido, se desmorona a golpe se espada y desaparece devorado por las llamas.

 

Como se ha mostrado en el mundo del cine, en otros videojuegos o en múltiples series de comics, encontramos a un hombre de hartas habilidades y un pasado que olvidar. Una voz en off nos transmite esa tranquilidad, esa sensación de descanso tras dejar atrás los terrores de la guerra y el olor de la sangre. Pronto, como es de prever, todo ese karma se derrumba y nos pone en la línea de salida de una aventura en busca de la venganza contra los dioses, que tanto dolor nos han provocado.

 

La sangre y la barbarie son los auténticos protagonistas.

 

Desde el comienzo, en la presentación, brota en nosotros una sensación de Déjà vu en el guión. Un valeroso guerrero que pierde a su familia y compañeros a manos de los dioses (puede que a Sony si le suene). Pronto la idea de la venganza, que es la base del argumento, queda enterrada entre sangre y golpes de espada. Una guardiana que nos guía en nuestro camino, aportando luz, poco a poco sobre el desenlace de nuestra empresa. Nos irá dando algunos datos sobre el mundo de los dioses, el futuro, todo manteniendo siempre algo de la poca intriga que nos pueda generar este título.

 

Cuando jugamos a Bloodforge, sabemos que, paso a paso, encontraremos una evolución en las técnicas del personaje, armamento nuevo, desarrollo de habilidades… Pero encontramos unos problemas que pueden hacer que, tras un rato recorriendo los amenazadores territorios a golpes, entremos en una rutina algo desmotivadora. Por un lado, a pesar de que al principio vamos conociendo enemigos nuevos y de que cada portal posee los propios del entorno, la mecánica siempre es la misma y, durante cada mundo que visitamos, resulta monótono enfrentarse una y otra vez a las mismas hordas de enemigos, que no son pocas. Añadamos, a esas confrontaciones repetitivas, las mecánicas de iguales características. Con los enemigos ocurre que, cuando nos encontramos una y otra vez con los mismos brutos, la forma de acabar con ellos también resulta rutinaria. Muchos recordarán juegos en los que, para acabar con un monstruo final, debíamos descubrir un patrón de conducta y atacar en el momento en que descansaba. Así es como funciona el sistema de combate en Bloodforge repetición y recuento de acciones.

 

El gran acierto de Bloodforge es esa ambientación que tiene al más puro estilo 300 de Frank Miller. Esos tonos apagados, decolorados, que transmiten una sensación de abandono y soledad. Mirando los desfiladeros y pasillos, podemos empatizar con Crom y casi oler esa suciedad que rezuman los decorados. La sangre en exceso, que también recuerda a la famosa obra, nos da una idea de la brutalidad y la fuerza de nuestro personaje.

 

Podremos cambiar de arma, a cuál mas brutal.

A pesar de que los golpes y combos son la base del juego, se ha buscado una forma de, además de fortalecer la imagen del protagonista, nos produce una ilusión de complejidad y enriquecimiento de la dinámica del juego. Encontramos un sistema de poderes y habilidades que nos permiten realizar acciones complementarias en los ataques. De este modo mientras utilizamos uno de estos atributos, podemos recuperar salud o maná o infligir mayor daño. Todo combinado a las armas que encontramos por el camino.

 

En resumen, Bloodforge es un título que derrocha tópicos. Un sistema de lucha sin novedad y un argumento visto con anterioridad en una saga más profunda y con un amplio abanico de seguidores. El exceso de acción sin sentido ahoga el poco desarrollo de la historia, apartando el interés del jugador hacia una actividad monótona y repetitiva. Con lo que nos quedamos es con la ambientación, que nos sitúa perfectamente en el escenario y nos adentra en una tierra agresiva y nos llena de inseguridad. No puede evitarse echar de menos algo más de profundización en la historia, donde tratar al protagonista como un ser humano en lugar de un ser sediento de sangre.

5.5

/ 10


<< Anterior Siguiente >>