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Analisis BlazBlue: Calamity Trigger PS1

Viernes 30 de Abril de 2010 por Alejandro Pascual
Llamadnos cínicos cuando decimos que BlazBlue es el perfecto ejemplo de juego de lucha japonés, de una belleza inigualable tanto en el interior y el exterior, oculta tras unos harapos. Y es que todo aquello que un estudio de inigualable talento como Arc System Works debería desarrollar por inercia se vuelve frío y distante en sus toscos menús y sus inconcebibles escenas narrativas, que esconden un corazón de oro.

Tal vez sea porque su modo historia, lejos de que resulte más o menos interesante argumentalmente, se cuenta de manera lenta e insalvable, obligándote a leer un blanco sobre negro digital o pasar lo ya leído apretando X y R1 hasta que comience de nuevo el enfrentamiento. En resumen, chorros de texto poco ilustrados e interminables. Esto no pasaría si existiera la opción de ?continue? cada vez que perdiéramos y que nos situara de nuevo en la acción sin necesidad de pasar por una pantalla de cargar partida. Y, para ser un juego de lucha, ya son dos párrafos sin hablar de mecánicas de juego.

Que BlazBlue posea una historia interesante o no para el jugador, no es el caso. Obviamente es un punto a favor que la tenga, pues el hecho de que alargue su vida a través de diferentes finales y secretos es incuestionable. Pero no deja de ser un aliciente que queda reducido ante la presencia de uno de los modos online más bien implementados en un juego de lucha. Y ahora que hemos concluido con este apartado, sí podemos decir de nuevo, como mencionamos en el avance, que BlazBlue es uno de los juegos más bonitos de la historia.

La representación en alta definición (que no resolución), de cada personaje es algo que causa un efecto mágico en el jugador; los escenarios siguen asemejándose a un cuadro en movimiento, y los efectos no hacen más que rellenar e incluso abusar del aire que separa todos estos elementos. Su combinación de brillos y colores cumple con una de esas viejas leyes de esto de ?las maquinitas?, en la que se hipnotiza al ojo con tanta explosión pictórica; en la que sólo quieres que la pantalla siga en movimiento y el combate no termine jamás. BlazBlue posee nivel para dos tipos de jugadores, novatos que no busquen alcanzar una profundidad hiperbólica, para ellos está ideado el segundo stick del mando; y jugadores que buscan exactamente lo contrario: un reto donde sea fácil combinar infinidad de movimientos, pero que requiera un carné en el que diga que dominas el mando o el stick arcade a la perfección. Si fallas, estás perdido. Nunca verás ejemplos de cómo un luchador/jugador es capaz de levantar toda la vida del rival de un solo golpe, pero entre los golpes necesarios para rellenar tu barra pueden llegar a ser capaces de causarte un daño letal, como el Distortion Drive, un ataque que consume la mitad de la barra de energía (o Heat Gauge). Por si fuera poco, también tenemos el Astral Drive, el cual tiene implicaciones para conseguir desbloquear el 100% del modo historia, y que únicamente puede ejecutarse en el tercer round del combate.

La realidad es que prácticamente cada movimiento de ataque o defensa de BlazBlue tiene su homólogo en Guilty Gear, con un sistema de defensa de carga que nos permitirá ir rellenando la barra de Barrera para poder realizar contraataques a través de la Barrier Guard (que se realiza apretando A+B, débil y medio en la simbología del juego) o romper cualquier tipo de combo que esté ejecutando el rival a través de la Barrier Burst (apretando todos los botones de ataque más Drive) que únicamente puede efectuarse una vez por ronda.

Los personajes son tan eficaces como esperpénticos a todos los niveles y aunque parezcan pocos nos costará aprendernos la mitad de ellos y pulir nuestra técnica una vez que pasen por manos expertas amigas y el modo online, si es que no te echa para atrás alguno de ellos como el ya mencionado en el avance Taokaka, el cual es descrito en el propio juego de la misma manera que nosotros: gato-cosa. Aun así, tienes grandes luchadores como el protagonista, Ragna The Blood Edge (que actúa como equilibrio y epicentro de todo el juego tanto en historia como en nivel), nuestro favorito Jin Kisaragi (una copia cuasiexacta de Ky Kiske) o máquinas de matar absolutas como la bruja Rachel o la destructiva jefe final del modo historia, V-13, con gran cantidad de opciones y un rango perfecto.

BlazBlue es un juego que podría estar perfectamente oculto en la estantería de una tienda, porque el usuario que lo quiere sabe perfectamente donde buscar y qué va a encontrar cuando lo lleve a casa. Por ello, es complicado concluir. Tiene el peligro de enfrentarse a un peso pesado que por fin llegó ayer, pero a su favor posee un valor diferenciador en forma de un glorioso arte 2D y un ritmo de juego totalmente contrario a las escuadras y cartabones de Capcom. Es novato en sus formas y menús, pese a la madurez del estudio, haciéndolo demasiado lento en ocasiones que buscas la diversión rápida, pero una vez explorado a fondo se libera de sus cadenas con el modo online y el entrenamiento. Llega tarde, y haya o no haya excusa, le persigue su propia sombra, con ese BlazBlue: Continuum Shift del que cada vez se sabe más y cada vez tiene mayor presencia, pero es posible que igualmente tarde en llegar a nuestro continente. Así que la única cuestión que queda es: ¿Eres capaz de esperar?

Nosotros no hemos podido.

NOTA FINAL: 8.5
9

/ 10


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