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Analisis Deadly Premonition X360

Domingo 14 de Noviembre de 2010 por Mario Fernández
La apatía llegó al sector de los videojuegos casi al mismo tiempo que las estrategias de márketing y el conformismo. Este año han salido dos juegos que se comprometieron a contar una historia compleja utilizando el videojuego como medio de expresión: Heavy Rain y Alan Wake. Curiosamente ambos proyectos resultaron narrativamente insatisfactorios y carentes de ideas, a pesar del amplio tiempo de desarrollo y de sus elevados costes de producción.

Heavy Rain tiene el don de la inmersión pero su guión no es es más que un thriller de entretenimiento hollywoodiense. Es unidireccional y copia la estructura de un libro al estilo Elige tu propia aventura, olvidando de alguna forma su naturaleza de videojuego. Eso sí, tiene un apartado técnico fuera de lugar.

Alan Wake es más videojuego. El título de Remedy quiere ser el Twin Peaks del ocio electrónico pero los convencionalismos, las decisiones de última hora, y el tomarse demasiado en serio, acabaron con todas las posibilidades de convertirse en una obra de referencia. Eso sí, tiene una iluminación excelente.

Hace poco un amigo del sector me dijo que Enslaved era un juego necesario, teniendo en cuenta el estado del sector; se refería a los videojuegos que miran atrás antes de mirar hacia delante, es decir, que parten de Prince of Persia y Super Mario antes que de Heavy Rain. Resulta que Enslaved es un juego fallido con una buena producción y unos valores artísticos sobresalientes.

Y un buen día llega a la redacción de Mundogamers un título desconocido con una portada deleznable: Deadly Premonition. Este juego, firmado por Access Games, es justo lo contrario a los tres ejemplos anteriores y además se diferencia de los demás sin pajas mentales, sin promesas rotas, capaz incluso de superar su paupérrima producción digna de una generación anterior.

Deadly Premonition, quizás por su afán de revindicarse como videojuego, ofrece más ideas y libertad a la hora de jugar a una historia con un mando en las manos que los tres títulos anteriores juntos. No quiere contarte una historia que no es para tanto; no te promete misterio para luego defraudarte; tampoco te enseña imágenes de ensueño para convencerte de su valor. Al igual que el cine independiente Deadly Premonition nos recuerda se puede contar mucho con poco. Es tan lógico, sorprendente y correcto que parece mentira que tanta gente vaya hacia lo fácil, a lo que da dinero.

El protagonista es el agente del FBI, Morgan York: adivina el futuro bebiendo café, habla constantemente con Zack, su alter ego (en realidad habla con el jugador), y no sabe distinguir entre los momentos serios y los de divertimento. Al igual que su personaje principal, Deadly Premonition escapa de todos los convencionalismos del género y, a la vez, se ríe de ellos usándolos como si fuesen meros clichés. Resulta inspirador incluso musicalmente, con una banda sonora bizarra y asonante, inspirada en John Zorn y Angelo Badalamenti.

Se trata del primer sandbox del género de terror y lo más curioso es que durante el 80% del juego vivimos situaciones normales, incluso humorísticas. Es por ello que el 20% restante, cuando aparecen espectros, asesinos y personajes inquietantes, resulta tan evocador y eficaz. Este 20% mira a títulos como Silent Hill, Clock Tower o Siren y nos ha recordado a la época dorada de Dreamcast, cuando casi todo lo nuevo que aparecía en el género resultaba ser original; nos vienen a la cabeza juegos como Blue Stinger, IllBleed o D2.

En el pueblo de Greenvale encuentras items para recupera la vida, puedes dormir para descansar, disparar a barriles explosivos, afeitarte la barba (crece en tiempo real) para ganar puntos, coleccionar cartas, hacer misiones secundarias, cambiarte de ropa, conducir a lo largo y ancho de la ciudad en coches de la policía u otros que compras, disparar, pescar, investigar... De todo.

La evolución de este sector casi siempre había dependido de la tecnología; hoy más que nunca depende de las ideas. A Deadly Premonition le sobran. Actualmente es esa evolución tecnológica la que separa a los jugadores clásicos, al introducir nuevas generaciones que usan su consola como si fuese un juego de mesa, en vez de un reproductor de piezas contraculturales.

No es fácil jugar a Deadly Premonition y tampoco lo pretende; es un ejercicio similar a ver una película experimental de David Lynch (Cabeza Borradora o Inland Empire). El título de Access Games puede llegar a ser tan extraño, único y sensacional como el cine de este particular director, y de hecho toma Twin Peaks, la serie para TV, como punto de partida de su planteamiento, moviéndose entre la burda copia y el homenaje superlativo.

Tienes que saber que todo lo que te prometa un creador que no sabe lidiar con su ego y sus tres asesores de prensa en realidad no tiene valor alguno. Si te gustan sagas como Resident Evil o Silent Hill pero sientes que las últimas entregas no estaban a la altura, Deadly Premonition te parecerá lo mejor a lo que habrás jugado en años. Tiene un apartado técnico digno de PlayStation 2 pero si le das dos horas para superar su aspecto obsoleto, él te devolverá más de 20 horas de entretenimiento. Además abre la posibilidad de jugar a desarrollos independientes a precios reducidos. Es variado, largo, y carismático; da miedo y a la vez, te sacará alguna carcajada... Es sublime, es único.

NOTA FINAL: 9
Al igual que el cine independiente Deadly Premonition nos recuerda se puede contar mucho con poco. Es tan lógico, sorprendente y correcto que parece mentira que tanta gente vaya hacia lo fácil, a lo que da dinero.

El protagonista es el agente del FBI, Morgan York: adivina el futuro bebiendo café, habla constantemente con Zack, su alter ego (en realidad habla con el jugador), y no sabe distinguir entre los momentos serios y los de divertimento. Al igual que su personaje principal, Deadly Premonition escapa de todos los convencionalismos del género y, a la vez, se ríe de ellos usándolos como si fuesen meros clichés. Resulta inspirador incluso musicalmente, con una banda sonora bizarra y asonante, inspirada en John Zorn y Angelo Badalamenti.

Se trata del primer sandbox del género de terror y lo más curioso es que durante el 80% del juego vivimos situaciones normales, incluso humorísticas. Es por ello que el 20% restante, cuando aparecen espectros, asesinos y personajes inquietantes, resulta tan evocador y eficaz. Este 20% mira a títulos como Silent Hill, Clock Tower o Siren y nos ha recordado a la época dorada de Dreamcast, cuando casi todo lo nuevo que aparecía en el género resultaba ser original; nos vienen a la cabeza juegos como Blue Stinger, IllBleed o D2.

En el pueblo de Greenvale encuentras items para recupera la vida, puedes dormir para descansar, disparar a barriles explosivos, afeitarte la barba (crece en tiempo real) para ganar puntos, coleccionar cartas, hacer misiones secundarias, cambiarte de ropa, conducir a lo largo y ancho de la ciudad en coches de la policía u otros que compras, disparar, pescar, investigar... De todo.

La evolución de este sector casi siempre había dependido de la tecnología; hoy más que nunca depende de las ideas. A Deadly Premonition le sobran. Actualmente es esa evolución tecnológica la que separa a los jugadores clásicos, al introducir nuevas generaciones que usan su consola como si fuese un juego de mesa, en vez de un reproductor de piezas contraculturales.

No es fácil jugar a Deadly Premonition y tampoco lo pretende; es un ejercicio similar a ver una película experimental de David Lynch (Cabeza Borradora o Inland Empire). El título de Access Games puede llegar a ser tan extraño, único y sensacional como el cine de este particular director, y de hecho toma Twin Peaks, la serie para TV, como punto de partida de su planteamiento, moviéndose entre la burda copia y el homenaje superlativo.

Tienes que saber que todo lo que te prometa un creador que no sabe lidiar con su ego y sus tres asesores de prensa en realidad no tiene valor alguno. Si te gustan sagas como Resident Evil o Silent Hill pero sientes que las últimas entregas no estaban a la altura, Deadly Premonition te parecerá lo mejor a lo que habrás jugado en años. Tiene un apartado técnico digno de PlayStation 2 pero si le das dos horas para superar su aspecto obsoleto, él te devolverá más de 20 horas de entretenimiento. Además abre la posibilidad de jugar a desarrollos independientes a precios reducidos. Es variado, largo, y carismático; da miedo y a la vez, te sacará alguna carcajada... Es sublime, es único.

NOTA FINAL: 9
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