Blizzard, Tracer y la homosexualidad en Overwatch

Hay una máxima por ahí rodando -seguro que hasta pertenecía a alguien importante, pero me da una tremenda pereza buscar por google su autor- que reza que 'si un perro muerde a un hombre no es noticia, pero si un hombre muerde a un perro sí'. Una frase bastante interesante y aplicable al siguiente texto, que lamentablemente sigue siendo noticia cuando hechos como éste deberían ser ya algo comprendido y asimilado por la sociedad y no causa de revuelo en boca de los, por no utilizar otra palabra, cortos de miras alimentados por el fuego de su superioridad moral.

La noticia en cuestión trata sobre Overwatch y uno de sus productos asociados, un cómic navideño que os invito a leer antes de seguir con el artículo. Lo tenéis aquí. En el cómic, Tracer, uno de los personajes del plantel de luchadores de Overwatch, vive una cotidiana aventura navideña para lograr encontrar el regalo perfecto para su pareja, con su tensión justita, su dibujo fresco y su inevitable beso final de la misión cumplida. Todo perfecto si no fuera porque, oh endemoniados tipos de Blizzard que juegan con la decencia y la ignominia, han decidido que la pareja de Tracer sea, en esta ocasión, una chica. 

Se me hace raro tener que escribir esto, pero viendo las reacciones en las redes sociales parece que aún hay gente que anda escasa de educación: El cómic, que de no haber saltado a la palestra este motivo habría pasado sin pena ni gloria como tantos y tantos productos asociados que los jugadores ni nos molestamos en mirar, parece haber ofendido a ciertos sectores del público por motivos tan dispares como 'oh, Dios, Tracer es lesbiana', 'Blizzard se ha sacado de la manga el lesbianismo para ir de chachis' y 'Es que Tracer no apuntaba maneras de ser gay'.

Las dichosas etiquetitas

Lo primero que hay que decir es que Tracer puede besar a quien le de la gana sin necesidad de convertir esto en una cuestión de etiquetas. Me parece divertido, pero divertido de llorar de pena, que el hecho de que una chica aparezca besando a otra ya venga con la etiqueta de 'lesbiana'. 'Oh, Tracer tiene novia y la besa, es lesbiana', y ya está todo sentenciado y aquí paz y después gloria. No es posible pensar que, más allá de sexos y géneros se trate simplemente de dos personas que se importan y se quieren; que se trata de dos seres humanos que comparten algo especial y que desean verse felices la una a la otra en navidad. Ná. Ponemos la etiqueta y, de aquí, seguimos para adelante. 

Dejando a un lado lo estúpido que resulta juzgar a un personaje por un beso, y encima cabrearse por ello, el hecho de que un personaje sea gay, hetero, cis, blanco, negro o jamaicán debería importar a día de hoy tanto como que sea cristiano apostólico románico, ateo, musulmán o, saliendo de las religiones, empírico convencido, madridista, zurdo, seguidor de Gran Hermano o, como comentaba alguien ayer por redes sociales, vegano.  

Visibilización

Y entonces, ¿por qué estoy escribiendo este texto? Pues para romper una lanza en favor del colectivo LGBT y la visibilización de sus mienmbros en los medios. Una visibilzación que debería ir más allá de las etiquetas que os comentaba antes y centrarse tan sólo en que el hecho de que una persona bese a otra, independientemente de cuál sea su género, su sexo y su orientación sexual, siempre es maravilloso y bonito cuando así lo desean ambas.

He leído el cómic y me ha parecido entrañable. La imagen de dos personas compartiendo su cariño tras las tribulaciones sufridas por Tracer en su caza del regalo perfecto me parece conmovedor, y que Blizzard haga como BioWare, Dontnod Entertainment, Naught Dog e incluso Hideo Kojima y ayude a visibilizar la realidad diciendo 'mira, uno de los personajes femeninos favoritos de los jugadores está besando a su novia' me parece genial. 

Censura

Lo que no me parece genial, obviamente, es la multitud de protestas sobre el tema que se pueden leer en las redes sociales y que llegan incluso al punto de pedir que les devuelvan el dinero del juego por haber ocultado un dato tan importante como la supuesta orientación sexual de Tracer, tal y como denuncia el usuario DarkPride en los foros de battle.net:

Cuando compré este juego no fui informado sobre algo tan desafortunado para mí, con lo que me siento totalmente en contra como son las temáticas LGTB. No hay ninguna palabra en la descripción del juego que lo indique"

Protestas que demuestran la futil necesidad que seguimos sintiendo de meternos en la vida de los demás y criticar sus comportamientos, sus decisiones y su vida, aunque esta no influya lo más mínimo en nuestro día a día. Aunque cabe volver a reseñar una vez más que, como puede verse en las respuestas, la mayoría del público entiende perfectamente la estupidez de estas protestas:

Nunca conseguirás el reembolso del juego: Nunca. Si no quieres jugar porque eres profundamente anti-gay -Lo que en 2016 (pronto 2017) es una desagradable forma de pensar, tolerancia, amigo mío- entonces lo único que puedes hacer es desinstalar el juego y jugar a cualquier otra cosa. Te recomendaría TF2, no tienen personajes femeninos, por lo que no tendrás que tragar con ninguna lesbiana que ofenda tu mirada retorcida"

Magníficas palabras del usuario Kynmarcher, y es que,  lo siento, pero si te molesta que Tracer bese a una chica tienes un problema. Si piensas que todo es una maniobra de Blizzard para ser más chachi, pues bendita sea si así consigue normalizar algo que es normal a ojos de personas que son los que tienen algo que no es normal en su cabeza. Si te mosquea que Tracer bese a una chica porque en el juego 'no se veía que fuera lesbiana', pues lo siento, te prometo que la próxima vez Blizzard te llamará para preguntarte cómo es el uniforma de lesbiana, según tú.

Y si piensas que Blizzard ha hecho mal censurando el cómic en Rusia para evitar las protestas de su gobierno arcaico acerca de conductas que promueven la homosexualidad... pues sí, es una puñeta que hayan tenido que actuar así, pero lo importante es que el resto del mundo, el mundo civilizado, comprendamos que lo que hace falta es precisamente eso, promover que cada persona pueda ser libre y tomar las decisiones que desee sin que nadie venga a imponer su ideología, sus forma de pensar y su sexualidad. Afortunadamente, como decía, parece que el gran común de los mortales entiende esta necesidad: no hay más que pasarse por las redes sociales para notar una mentalidad más abierta en este sentido que la de hace unos años, y esto, al fin y al cabo, no deja de ser una -pequeña- conquista más de la humanidad

¡Nos leemos!