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Analisis Sniper Elite V2 PC

Viernes 11 de Mayo de 2012 por Diego Emegé
Me gustan las armas de fuego o de proyectiles, en general. Son instrumentos de muerte, sí, pero obviemos eso. En realidad requieren de una maestría especial para usarlas, para disparar. Me encanta ese momento de calma inducida, esa trigonometría improvisada, ese misterioso vuelo del proyectil, que ante el ojo humano tiene naturaleza de partícula cuántica. Es muy gratificante despejar la incógnita de esa enorme ecuación balística que crea cada disparo. Cuando se logra dar en el blanco, uno siente que ha hecho los deberes. Es fascinante, por macabro que parezca.

Son muchos los juegos que alardean de la variedad de armas que tienen y de lo monstruoso de sus construcciones, pero pocos llevan a la práctica las verdaderas físicas de las balas que salen de esas armas. Los juegos de francotiradores podrían considerarse un género aparte, por el hecho de que su razón de ser radica en una representación realista del comportamiento de las armas de fuego. ¿Y qué es lo más interesante de esto? Que los rifles que se usan en esta especialidad de la guerra moderna son armas muy potentes, con capacidad para generar espectáculos dantescos allá por donde pasan.

Los primeros vídeos de Sniper Elite V2 me dejaron claro que, ahora que los medios técnicos lo permitían, el juego no solo podía reproducir con más realismo que su antecesor las físicas de las balas, sino que, además, también podía mostrar el lado más jugoso del asunto: ¡volarle los Mann Eier a un nazi! «Claro que sí, señora: ¡gore bueno, bonito y barato!» Las llamadas killcam me capturaron desde el principio, debo reconocerlo; capturaban a la perfección esa ecuación de la que os hablaba más arriba. Me atrevo a decir que a muchos otros les ha pasado lo mismo cuando se imaginaron a Sniper Elite V2 como animal de compañía antes de su salida.

El primer disparo es fantástico, fabuloso, una emoción indescriptible que acaba en fiesta nacional a nivel hormonal? en nuestra testosterona más pura. Los siguientes... bueno, de eso hablaré más tarde... porque Sniper Elite V2 no se centra solo en campear los escenarios en busca de soldados despistados. Es un juego de acción, pero la acción tiene que ser nuestro último recurso. Somos francotiradores, no súper soldados: aquí pegar tiros es el último recurso. Primero hay que ser prudentes e investigar el amplio terreno, cubrirnos las espaldas con trampas estratégicamente colocadas, etc. Con esta idea en mente, uno se mete bien en situación y en el papel: llega al primer nivel y lo prepara todo con mucho amor ?como si de la fiesta de cumpleaños de un hijo se tratara?, se coloca en los mejores lugares para acabar con los enemigos limpiamente y, quizá, sacar las mejores puntuaciones.

Acaba el primer nivel. Sigo adelante y el juego me propone algo diferente: un mapa cuya segunda parte transcurre dentro de un bunker. Aquí lo que priman son enfrentamientos cercanos. Estupendo, vamos a tirar de pistola silenciada y trampas. Hasta aquí todo perfecto. El juego se nos muestra con variedad y consistencia y... ya. Por lo visto Rebellion ya se dio cuenta de esto y decidió repetir más o menos la misma tónica a lo largo del resto del juego: «Bitch, please, tenemos killcams con planos del esqueleto y los órganos de los enemigos desintegrándose».
9

/ 10


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