Ya conocemos las tripas de PS5
Seguramente no era la presentación que muchos esperaban, pero sí la que tocaba tener. Tras un silencio que se ha hecho eterno, finalmente tenemos el primer vistazo oficial a las características técnicas de PS5. Nos ha llegado de la mano de Mark Cerny, el principal responsable de su arquitectura, quien ha dedicado una charla de casi una hora a explicar las bondades de la nueva consola de Sony. El formato ha sido el de una charla fundamentalmente técnica, entre otras cosas porque esto es lo que se debería haber escuchado durante la GDC; de ahí el lenguaje específico y el “enfado” de algunos.
Los titulares serían estos: potencia adaptada al consumo y a la temperatura, velocidad boost, SSD y un sistema de audio revolucionario conocido como Tempest Engine. Aunque cosas como que PS5 se quedará en los 10,28 teraflops pueden dar a entender que la carrera por la potencia bruta la ha ganado Xbox Series X -que alcanzará los 12 y con frecuencias sutilmente superiores-, lo cierto es que seguimos hablando de una máquina increíblemente potente de la que, al menos por el momento, es difícil sentenciar que está por debajo de la competencia. Por ejemplo, en la velocidad de entrada y salida PS5 será claramente superior. Estos son sus specs:
CPU 8 núcleos Zen 2 a 3.5GHz (variable)
GPU 10.28 TFLOPs, 36 CUs a 2.23GHz (variable)
Arquitectura GPU RDNA 2 a medida
Memoria 16GB GDDR6/256-bit
Ancho de banda 448GB/s
Almacenamiento 825GB SSD
Velocidad de interfaz de entrada y salida 5.5GB/s (directo), 8-9GB/s de media (Comprimido)
Ampliación de almacenamiento Sí, mediante SSD
Almacenamiento externo USB HDD
Lector óptico 4K UHD Blu-ray
Las grandes bondades de PS5 serán, en esencia, las siguientes. Primero, un boost que variará la frecuencia de la consola en función de lo necesario, manteniendo una alimentación fija, lo que en principio hará que la consola funcione a velocidades insólitas. También, una potencia básica basada en el RDNA 2 de AMD que ofrecerá, por ejemplo, trazado de rayos (o Ray-Tracing) acelerado por hardware mediante un motor específico. Destaca su SSD de 825GB, ajustados para funcionar en una interfaz de doce canales que funciona con un ancho de banda de 5.5GB, lo que en principio ofrecerá velocidades de lectura y transmisión de datos incluso superiores a las de los PC actuales. Por último, una nueva tecnología de sonido 3D conocida como Tempest Engine, con certificación DOLBY, que identificará "centenares de fuentes de sonido" y será tan puntera que bastarán unos auriculares para notar las diferencias.
Donde parece que Microsoft sí ha ganado la batalla es en la retrocompatibilidad. En su lanzamiento, PS5 solo será retrocompatible con "los 100 mejores juegos de PS4" (lista todavía por conocer), y aunque cabe esperar que esa lista crezca con el paso del tiempo, sigue anclada a una sola generación: la presente. No se sabe nada en lo relativo a las tres primeras PlayStation. Tampoco tenemos datos relativos a la resolución máxima, por lo que de momento solo cabría esperar los 4K a 60 frames, y aunque no llegar al TB de almacenamiento parece estar justificado, sigue siendo poco espacio si tenemos en cuenta que muchos juegos del futuro pesarán fácilmente más de 100GB. No sería de extrañar que Sony haya querido ajustar el precio de la consola desde aquí. Del mando tampoco se ha dicho nada.
Esta es toda la información facilitada hasta el momento, una que ya nos permite establecer las primeras comparativas, las cuales sugieren que aunque habrá diferencias tendremos consolas increíblemente potentes en la próxima generación, cada una con sus pros y sus contras. Nos acercamos a los datos decisivos: fecha y precio. Sobre eso, curiosamente, todavía no se ha pronunciado nadie.
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