1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Videojuegos de terror: El miedo no es cosa de broma

La importancia de respetar a tu público
Por Rafa del Río

Llega octubre y con él los preparativos para los especiales de Halloween y un MGpodcast+ que... ya os contará el jefe, ya. Mientras preparo mi lista de imprescindibles e inefables, de mejores y peores juegos de terror para jugar en Halloween, me doy cuenta de que el género es capaz de dar lo mejor y lo peor de sí mismo. Como en el cine, como en la literatura, el género del miedo en el videojuego cuenta con todo tipo de productos, algunos mejores, otros peores y, los últimos, juegos que no han entendido muy bien su objetivo. 

 

REVIII a

 

El miedo no es cosa de broma

No soy un gran fan del género del terror en el cine, aunque no me molesta en la literatura. En los videojuegos, sin embargo, soy un ávido jugador de títulos de miedo. Hay obras maestras que consiguen inquietarme y títulos que, sin quitarme el sueño, considero magistrales. También hay juegos que son comida rápida para degustar sin comerte mucho la cabeza, y títulos que lejos de hacerme latir el corazón o respirar entrecortadamente consiguen que ría a carcajadas, y no por los motivos correctos.

 

El miedo no es cosa de broma, aunque el género del terror y el humor caminen muchas veces de la mano. Obscure fue una interesante propuesta que supo juntar humor y terror de instituto en una suerte de capítulo jugable de Buffy Cazavampiros a la altura de Ghost Hunter y su mezcla de espíritus, fantasmas y shooter western. Poca broma tenía PT, que sigue siendo para mí la mejor experiencia de terror que he sufrido en una consola, superando al magistral Amnesia de Frictional Games e incluso al también magistral Silent Hill en todas sus entregas. Algo más divertido era Alan Wake en su propuesta a lo Stephen King con ese Sam Lake que no puede evitar meter el chiste. Chascarrillo justificado, eso sí, por una estructura de juego que sin llegar a dar miedo sí resultaba de aplauso por la interesante forma de plantear la historia y permitirnos explorar un pueblo típico de cualquier obra del autor de Ventana Secreta, Jardín Secreto. Y no me hagáis hablar del brillante Deadly Premonition...

 

REVIII b

 

La necesidad de respetar al jugador

Pero como digo el miedo no es cosa de broma, no vale todo a la hora de meter miedo creando una serie de sustos concatenados como si de una atracción de feria se tratara. Until Dawn lo entendió estupendamente con un juego en el que la tensión por salvar a los personajes y sus tres trucos de prestidigitación a la hora de jugar con nuestra mente funconaban de lujo. Invitándonos a volver una y otra vez a su película de campamento de universidad americana. Outlast, Layers of Fear o el más reciente Maid of Skeer, sin embargo, se quedaron en ese punto de túnel del terror más útil para cogerle la mano a tu pareja que para pasar miedo real o encontrarle interés al juego.

 

Es necesario respetar al jugador para que un juego de terror funcione, ya sea dando miedo o como título interesante al que apetece jugar. Parece que Bloober Team lo ha entendido tras un brillante Observer y el prometedor The Medium, pero necesitamos que más compañías comprendan este punto. Ya sea desde el punto de acción de sagas como Resident Evil o The Evil Within, el prisma gamberro de Dying Light, el enfoque familiar de Costume Quest o la nostalgia de MediEvil. Lo primero que debe hacer un juego de temática de miedo es respetar al jugador y a sí mismo. No quedarse en lo fácil y retorcer las posibilidades para crear algo que, si bien puede no ser único, sí debe contar con su propia personalidad. Ninja Theory dio el campanazo con Hellblade Senua's Sacrifice demostrando que, al final, lo importante es tener algo que contar y ganas de hacerlo bien. Ahora le toca a los que están por venir.

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>