Titanfall pone el listón alto a la competencia

Es difícil hablar cuando te han sorprendido tantas cosas tras diez minutos de juego. Es ese momento mágico en el que pruebas una obra que realmente podría justificar una nueva generación y tienes la sensación de haber probado algo que podría cambiar para siempre un género tan manido como el del shooter. Los que revolucionaron el FPS en la presente generación y convirtieron Call of Duty en el fenómeno de masas que es hoy en día pretenden sentar un nuevo precedente con Titanfall, y lo que más me preocupa ahora mismo es cómo puede impactar sobre su competencia.

Ghosts es otro Call of Duty con todas las garantías que esa categoría ofrece al consumidor, pero parece que con la nueva entrega de Infinity Ward, a los mandos de una nueva generación de máquinas que técnicamente debería sonrojar a los juegos de la presente, no va a ser ni mucho menos así a nivel técnico o en cuanto a las mecánicas que puede ofrecer el juego. Puedo llegar a comprenderlo y valorar muy positivamente algunas de las opciones que están ofreciendo a los jugadores para actualizar sus juegos entre generación, pero eso no quita que el asunto de Electronic Arts con la next gen merezca un aplauso.

Por citar los dos ejemplos más obvios y poderosos, Ubisoft o Activision, con Assassin's Creed IV y Watch Dogs la una y con Ghosts la otra, están apostando por ofrecer un contenido vitaminado en One y 4 en lugar de apostar por un desarrollo independiente: por lo que parece, a Electronic Arts, se la trae el pairo la presente generación, y con cada uno de los juegos que ha dado el salto y se mantiene en la presente también disfrutará de nuevo motor y especificaciones a la altura de las máquinas que lo corren. Ahí queda Titanfall, del que todavía no sabemos prácticamente del juego en la versión de la actual generación y Battlefield 4, que las diferencias, como ya pasó con la tercera parte entre consolas y compatibles, asustan.

No creo que se olviden de un público que tantos años han permanecido fiel a sus productos, pero los que van a gozar de un desarrollo sencillamente envidable son los que estrenen PlayStation 4 y One en su debido momento, con juegos que prometen romper moldes y plantearnos si de verdad necesitábamos o no una nueva generación. Estoy ansioso por ver el trabajo de la competencia para el año que viene, pero me temo que a día de hoy la third party que más está apostando por el futuro, es Electronic Arts.

Sobre Titanfall, os ofreceremos a lo largo de la tarde una preview con lo que nos ha parecido el juego, pero ya os digo que va a ser complicado que alguien en la feria pueda toser a semejante experiencia. Mañana toca Bungie y Destiny, ojalá podamos tener un digno competidor con el que se pueda pelear durante los próximos años. ¿Habrá sucesión en el trono de los reyes de la actual generación? Si yo estuviese en Infinity Ward o Treyarch estaría echando ya toda la carne en el asador para pegar bien fuerte el año próximo, que entonces ya no tendrán excusa. ¿Os imagináis el panorama con un Duty a la altura de la potencia exhibida por Titanfall? Mataría por verlo.

Ojito con Respawn, que vienen con ganas de juerga.