The Waylanders recupera el espíritu del RPG de finales de los 90
The Waylanders es el ambicioso e interesante nuevo proyecto de Gato Studio. El videojuego recurre a un setup inspirado en Galicia para devolvernos a las experiencias de los juegos de rol de finales de los noventa y primeros años de los 2000. Prima la conversación, las decisiones y la vertiente narrativa de la experiencia. Para poder desarrollar este aspecto de The Waylanders, Gato Studio ha sumado a su equipo a Chris Avellone y Emily Grace Burck.
El primero es de sobra conocido por su participación en Fallout: New Vegas entre muchos otros. Emily Grace ha trabajado como escritora en The Walking Dead. El videojuego se ha mostrado durante la Gamescom y planea ser lanzado durante 2020. Sus puntos fuertes radican tanto en la sugerente ambientación como en su músculo narrativo, pero también tienen una muy interesante propuesta para su combate.
Jugaremos en dos tramos temporales diferenciados: en la edad media y también en la etapa celta. Tocará tomar decisiones y sufrir sus consecuencias. Teniendo en cuenta que Avellone está involucrado en esta cuestión, esta es la parte de The Waylanders que más interés me suscita.
The Waylanders nos permitirá controlar una party para batallar y hacer frente a los diferentes desafíos que nos encontremos en nuestros viajes. La gracia de esto, y lo que lo diferencia de otros juegos, es que podremos definir cómo se colocan nuestos huestes y qué formación organizan para atacar y resistir. Esto le da a las batallas y a la propia exploración un interesante tono de puzzle que también, nos imaginamos, supondrá un reto a la hora de diseñar tanto los niveles como las peleas.
El gameplay que hemos podido ver recuerda poderosamente a Dragon Age. Hay un buen juego de iluminación y de diseño de escenarios, pero a los personajes y su movimiento aún les falta algo de trabajo; por fortuna, aún hay tiempo. Los combates mezclan tiempo real y combates por turnos trasladándonos a esos títulos clásicos que tanto echamos de menos. Una cosa que me ha parecido interesante es la complejidad que existe a la hora de decidir hacia dónde moverse, por su influencia en las formaciones y en el resultado del combate, algo que se acerca a lo que hacía Richard Garriott con sus primeros Ultima.
Para rematar estas primeras impresiones, he de reconocer que el trabajo de Gato me parece muy interesante. Es innegable que falta curro en la relación y reacción de los personajes con respecto a ellos mismos y a su entorno, pero tanto las bases de su ambientación, sus inspiraciones y su planteamiento narrativo convence. Tocará esperar al próximo año para saber más de esta producción.
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