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The Unfinished Swan y sus mecánicas cambiantes

Variar las reglas manteniendo la esencia
Por Álex Pareja

Antes de entrar al tema que hoy me ocupa me gustaría destacar, en general, a todos los juegos incluidos en la lista mensual de PS Plus de este mes de Mayo. Vale, no hay ningún AAA y Guacamelee! ya se había regalado antes, pero no por ello los juegos son malos. Todo lo contrario, creo que es una selección muy estudiada de juegos bastante diferentes entre sí y muy buenos en sus respectivos terrenos. The Unfinished Swan, para mí, es uno de los mejores y os lo recomiendo enormemente.

 

No ahondaré en aspectos que ya he comentado en el análisis, pero es muy destacable la capacidad que tiene el título de sorprender a cada paso. Desde el primer segundo, la intención de The Unfinished Swan es la de impresionar al jugador, plantándote en un escenario totalmente vacío. En esos primeros minutos de juego descubriremos que el único movimiento que podemos realizar (además de moverse y saltar) es disparar una bola de tinta que, en este caso, va dibujando el escenario que nos rodea. Ir descubriendo lo que se oculta en ese lienzo en blanco parece ser la premisa del juego, muy entretenida y original.

 

 

Pero claro, avanzas en el juego y de repente descubres que el lienzo en blanco se transforma en un escenario tremendamente bello, en el que ya no hace tanta falta utilizar esa bola de tinta para ir descubriendo sus secretos. ¿Pero el juego no iba de eso? No, The Unfinished Swan pretende ser un cuento que va sorprendiendo a su lector a cada página, dando igual si es niño o adulto.

 

La magia del título es que sin cambiar ni un ápice su objetivo final ni su control (siempre podemos movernos, saltar y disparar, nada más) es capaz de ir variando sus mecánicas en cada nivel. Esto provoca que cada uno de los capítulos del cuento se vivan de una manera diferente, a los que nos tenemos que adaptar. Al principio deberemos usar la bola de tinta para ir descubriendo el escenario, pero según avanzamos nuestra bola evoluciona de tinta negra a agua y deberemos ir haciendo crecer la vegetación para poder acceder a los distintos puntos del escenario, o deberemos utilizar ese mismo disparo para mover una bola enorme de luz que nos protege de los enemigos en un capítulo posterior, entre otras muchas cosas.

 

the unfinished swan texto

 

La capacidad que tiene el juego de variar su planteamiento y de sorprender al jugador a cada paso es increíble. Lo mejor, además, es que a pesar de todas esas variables, The Unfinished Swan sigue manteniendo siempre esa personalidad propia y esa sensación de que todo forma parte de lo mismo, del cuento. No tendremos la sensación de que se trata de un popurrí extraño de puzles ni fórmulas que no van a ningún lado, como sí ocurre en otros juegos que tratan de variar también sus mecánicas en cada fase.

 

A todo esto habría que sumar que el juego es precioso, bastante accesible para jugadores de todas las edades y muy pero que muy agradecido con el usuario. The Unfinished Swan me ha hecho recordar lo mucho que me gustaban de pequeño los cuentos que permitían interactuar con ellos (con pestañas y solapas físicas, claro) y no se quedaban únicamente en las letras y los dibujos. Este juego viene a significar algo parecido, pero a un grado mayor y en forma de videojuego. 


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