Siga en directo la explosión de la burbuja Zynga aquí IOS

Zynga, uno de los desarrolladores de videojuegos sociales más rentables de los últimos años, está pasando por un bache bastante grave a nivel económico. Las arcas de la empresa californiana llevan varios meses tambaleándose y ayer tuvimos nuevos datos para corroborar su particular crisis: más de 108 millones de dólares en perdidas en el primer semestre de 2012, 22.8 de ellos del último trimestre. El primer semestre de 2011 registró beneficios netos que rondaban los veinte millones de dólares, por lo que el dato es bastante ilustrativo sobre la situación económica de la desarrolladora.

Ante el asunto me vienen a la cabeza alguna de las palabras de Daniel Sánchez Crespo, director general de la empresa barcelonesa Novarama (Invizimals, Reality Fighters, etc.) en la pasada Gamelab. Allí no dudó en referirse a Zynga en su interesante conferencia: primero pidió a los jugadores que levantasen la mano los que habían probado un “Randomville” y muchos la levantaron; luego pidió que hicieran lo mismo los que estarían dispuestos a volver a jugar a uno nuevo y ninguno la levantó. La siguiente frase de Crespo, con dirección a los de California y refiriéndose a la mecánica de sus obras, fue algo así como “hacer mierdas y regalar al jugador más mierda conforme avanza”. Recuerdo que el speech no terminó ahí: también tuvo munición para criticar el modelo actual de juegos a 0.79 centimos de las App Store o Android y aseguró que la PlayStation Network “no puede convertirse en un estercolero: Sony no permitirá la entrada de toneladas de horribles aplicaciones”. Supongo que muchos de los defensores de ese modelo bajaron las orejas en la sala al escuchar las palabras del catalán.

¿Dónde están los paladines del juego social por Facebook? ¿Dónde están los caballeros defensores del modelo de juegos a 0,79 céntimos? Opinólatras por doquier que apuestan por modelos novedosos que parece que van a enterrar los modelos actuales y que siempre acaban coexistiendo de una manera u otra con lo que ya tenemos y levanto la mano, yo también soy culpable. Una de las cosas que muchos nos atrevimos a asegurar hace unos años: la muerte del PC. Yo era de esos locos bajitos, pero quién se atrevería a dudar, use el modelo que use, de lo sano que están los compatibles actualmente en nuestra industria. Que quede claro: opinar puede hacerlo cualquiera, acertar es otra cosa. Creo que todos debemos ser más cuidadosos a la hora de enterrar o dar por válidos modelos de juego que nacen nuevos y que parecen la panacea del ocio electrónico y se acaban agotando a los pocos meses de su nacimiento. Diré más: los que estamos tirando el tema de Zynga por los suelos quizás nos la den con queso y reconduzcan la situación... ¿Se imaginan?

Hay firmas que se están tomando el asunto de los juegos sociales de una forma mucho más sana y en su base social está radicando un éxito sin precedentes e inimaginable hace un lustro. El ejemplo de Digital Chocolate, otra californiana con una de sus sedes en Barcelona, sigue funcionando sumamente bien las redes sociales y mercados de aplicaciones. La catalana Social Point también le está sacando rendimiento al negocio y cuenta por éxitos cada uno de sus lanzamientos en Facebook. Parece que en las prisas de Zynga por jugar el dinero ha estado el desastre: apostar por una base con fecha de caducidad pensando que siempre funcionaría se está convirtiendo en una losa difícil de aguantar. ¿El futuro? Habrán declaraciones pronto, seguro.

Volvamos con Zynga: ¿a qué obliga los resultados? Primero a cambiar sus expectativas de futuro y desde la junta de accionistas se ha pedido alguna acción por parte de la empresa para reflotar la situación. El modelo de sus juegos actuales, a pesar de ser jugados por millones jugadores, no se sostiene y sin ningún cambio en el rumbo de la empresa no llegarán a ninguna parte. Las acciones de la marca han bajado un 40% y el asunto comienza a tomar tintes, por llamarlos de alguna manera, preocupantes si es que no lo eran ya. Algunos analistas financieros de Estados Unidos no han dudado en decir que lo de los juegos sociales no son más que una “mera moda pasajera”, un nuevo problema más para la bolsa. Tampoco hay que tomarse al pie de la letra esas declaraciones, pero si valdría la pena llevarnos a nuestro terreno el asunto y ver qué está pasando.