Si no eres original, al menos luce diferente
Mi compi Rafa tiene más razón que un santo: cuesta mucho encontrarse con juegos realmente originales y que propongan ideas nuevas en el medio. El último juego con el que me topé que realmente hacía algo nuevo debió ser FEZ o Dark Souls, y ya hace unos añitos de ambos. ¿Cómo ponerle remedio a esta situación? Como hacer cosas nuevas es difícil, pues oye, que al menos lo parezcan, que a los ojos lo sean.
Tomo como ejemplo Guacamelee, que es un metroidvania muy autoconsciente (hasta el punto de que aparecen estatuas Chozo por el juego) y con una estructura nada revolucionaria. Su sistema de combate no está mal, pero tampoco es una maravilla ni demasiado complejo. ¿Por dónde nos gana este juego? Por su estética, por su ritmo, por sus sonidos, por su humor, todo asentado en lo mexicano. Vamos, que el protagonista es un luchador de los de toda la vida de allí.
Parece que no, pero mezclar unos elementos ya conocidos como el plataformeo, la búsqueda de habilidades nuevas y de mejoras con una estética diferente resulta suficiente para enganchar. No es como si fuera a rechazar un Metroid o un Castlevania nuevos ahora mismo, porque estamos ante un género algo maltratado, pero si lo llevamos a otros la cosa también funciona.
Ahí está Plants vs. Zombies Garden Warfare. Sí, es un modo horda venido arriba, pero su reinterpretación de las normas de los third person shooters, sin ser nada profunda, es lo suficientemente interesante como para dedicarles unas cuantas horas. Y su estética cómica y abiertamente absurda ayudan mucho a prolongar las partidas, sobre todo si se hacen en compañía. Y no es más que un modo horda de Gears of War tomado poco en serio.
Así pues, el mundo del videojuego tiene mi permiso (no es como si lo necesitara para nada, ja) para venderme cosas ligeramente parecidas siempre y cuando al menos se molesten en pensar nuevas mitologías, nuevos giros a mecánicas que ya conozco y tonterías por el estilo. Sustituir la morfoesfera por una gallina clueca me ganó en Guacamelee. Pues así, todo el rato. Vamos, que si cambiais las setas del Mario por botes de proteínas en un plataformas protagonizado por vigoréxicos también lo iba a jugar.
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