Rascal Revolt, a lo Splatoon con caramelos
Este fin de semana he aprovechado para jugar a lo último que ha llegado a PS4 a través de PlayStation Talents. Mezclar disparos con caramelos tiene un claro resultado: Rascal Revolt, aunque me temo que no llega al nivel que probablemente a muchos nos gustaría. De la mano del estudio español Seamantis Games, estamos ante un shooter cooperativo en tercera persona en el que nos tocará enfrentarnos a oleadas de enemigos como si estuviéramos en un capítulo de La Banda del Patio. Así, nuestros protagonistas son niños, cada uno con sus armas y habilidades, que deberán completar diferentes misiones o sobrevivir a todo lo que se le ponga por delante.
Nuestros gamberrillos podrán desenvolverse en tres escenarios diferentes que no son demasiado grandes: Puerto Calavera, Estación Cráter y Camelot. Por ellos iremos completando desafíos hasta llegar al jefe final. Un juego sencillito que igual se nos queda demasiado corto, al menos en el modo de misiones. En Supervivencia y Supervivencia Extrema, los otros dos modos, nos tocará enfrentarnos a una veintena de oleadas de enemigos mientras protegemos los puntos clave. Cada cinco oleadas, cambia el lugar que tenemos que defender, y tras toda protección llega la oleada definitiva, más fuerte que las demás. Ya sabéis, la típica mecánica de este tipo de shooters.
Normalmente, cuando hablamos de shooters lo primero que se nos viene a la cabeza es sangre y disparos. Call of Duty, Counter, PUBG, Fortnite… Luego llegan títulos como Overwatch o Battleborn (en paz descanse), con una actitud mucho más desenfadada que hasta parece nueva en el género (claro, porque ya nos hemos olvidado de Team Fortress). Por supuesto, hay quienes dan un paso más allá y traen shooters en los que no necesitas balas, no hay sangre ni hay muertes… no exactamente. Así nacen juegos como Splatoon, y de su estilo beben otros, como este Rascal Revolt.
¿Y funciona? Bueno, en Splatoon claro que funciona. En Rascal Revolt, aunque la idea es buena (matamos juguetes que parecen piñatas y saltan caramelos y confeti, a ver, eso mola), se queda en un esquema demasiado sencillo. El título podría ser divertido para todo el público, sin embargo, ante su sencillez, se queda para jugadores poco exigentes, sobre todo para niños y niñas. No me parece un mal juego para incorporar a los peques de la casa al mundo de los shooters, así pueden ir entrenando en puntería antes de ser mayorcitos (en serio, no les deis a vuestros hijos juegos que no son de su edad) para pasarse a la sangre y las balas.
<< Anterior Siguiente >>