Matar mola más con los nuevos shooters
He recibido varias amenazas de muerte para que deje de hablar de cosas relacionadas con el E3, así que me puse a pensar (y a buscar ayuda por Twitter) en lo que podría escribir hoy. Finalmente la inspiración (o la ayuda vía tweet) llegó, y la verdad es que ha salido un tema bastante interesante. Debo confesar que los shooters nunca han sido mi pasión. De hecho, los juegos en primera persona que me han llegado a gustar de verdad pueden contarse con la palma de la mano, y entre mis favoritos sólo está Portal. Sí, siempre he jugado a Skyrim en tercera persona. No sé, dejadme, estoy así de loca. No he conseguido estar a gusto con los juegos en primera persona, y menos con los juegos de disparos, desde las recreativas de Time Crisis y Jurassic Park no he vuelto a sentirme cómoda con estas cosas (y en las recreativas la cámara giraba sola. Menos responsabilidad, más comodidad).
Entonces llega Blizzard con su varita mágica y cambia mi forma de ver las cosas. ¿Qué le faltaba a Counter Strike o a Call of Duty para llamar mi atención? Colorines. Vale, sueno bastante infantil, pero es que las combinaciones de colores de Counter no me atraían, y eso que juego a otro tipo de géneros con una escala cromática similar, y, sin embargo, tengo muchísimas ganas de viciar a Overwatch. Pero, ¿por qué? Si no deja de ser un shooter y un primera persona, mis dos archienemigos, ¿por qué quiero jugarlo? Por su aspecto.
La estética desenfadada de un juego que consiste básicamente en disparar y matar al rival consigue atraerme, mientras la estética de los escenarios más belicosos, no. Mejor dicho, los shooters “serios”, más reales, no consiguen seducirme. ¿Será que este aspecto más “divertido” obtiene un mayor éxito, y por eso ahora se está poniendo más de moda entre los shooters? No cabe duda de que Counter Strike tiene muchísimo público, jugando y siguiendo las competiciones, pero la gente está a tope de hype con Overwatch y con Battleborn. ¿Y sabéis en qué pienso yo? En Team Fortress.
Team Fortress 2 me inició en el mundo de los shooters, siempre me llamó la atención por su “asesinamos en clave de humor”. En juegos como el ya mencionado Skyrim tengo que matar y es todo muy sangriento, pero hay un argumento detrás. En los shooters la premisa es “ése es tu enemigo, mátalo y ya está” (vamos, como en los MOBAs, pero en primera persona), por lo que se necesita un atractivo extra. Vale, sí, a vosotros os atrae el escenario de Call of Duty y me parece bien. A mí, sin embargo, me atrae más el carisma de los personajes de Team Fortress. Y lo mismo me pasa con los otros dos títulos que he comentado.
Primero, Overwatch, el shooter que Blizzard nos está preparando. Futurista, dinámico y divertido, me ha llamado la atención porque deja un poquito a un lado las balas para centrarse, sobre todo, en los rayos láseres. Luego está el tremendo atractivo de sus personajes. Mis favoritas: Tracer y Widowmaker, sensuales, carismáticas y peligrosas. Pero es a esto a lo que me refiero. En este juego, tendremos para elegir entre personajes muy diferentes entre sí, por su aspecto y por sus habilidades, lo que nos aleja más del típico “equipo rojo-equipo azul”. Doce personajes en total y cada uno de ellos es más auténtico que el anterior. Robots, enanos, cowboys y hasta mujeres de piel morada son parte del elenco de este juego, el primero de este género para la compañía californiana.
Y del futuro luminoso de Overwatch nos movemos al futuro... ehm... variado de Battleborn. Sí, fue presentado en el E3, así que sería como hablar del E3 pero sin llegar a hablar de él. Soy un genio del mal, pero volvamos a Battleborn. Y es que la obra de Gearbox Software, respaldada por 2K Games, supera la variedad de los chicos de Blizzard a la hora de elegir personajes. En Battleborn tenemos a un grupo de héroes muy “badass”, como los creadores de Borderlands lo han definido, entre los que podemos encontrar a una arquera élfica al más puro estilo Warhammer, un señor ciborg con ¿monóculo? que es pura elegancia y hasta una maestra de esgrima (o algo parecido).
Pero, ¿es casualidad que Battleborn tenga un aspecto más “simpático” que los shooters a los que estamos acostumbrados, o está siguiendo los pasos de Overwatch? ¿Estamos ante una nueva moda del género o seguirán reinando los títulos del estilo de Counter Strike? Y, lo que más me interesa, ¿vosotros qué preferís?
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