Qué necesita la primera revisión de Switch
Hace dos días Mou os venía a hablar de lo que le pide al nuevo Joy-Con de Switch porque, pese a la solvente ergonomía del original, todo es mejorable. Esto se puede extrapolar a la consola entera -a todas, ya que estamos-, una máquina que ha ‘sufrido’ de algunas limitaciones para poder estrenarse a un precio competitivo y así permitir el resurgir de la compañía.
Visto el recorrido de 3DS y sus múltiples modelos (la original, 2DS, las versiones XL y las New con sus respectivos tamaños), está cantado que Switch contará con una revisión, como mínimo. Esta ha sido la generación en la que Sony y Microsoft han apostado por una actualización de sus sistemas que va más allá de materiales y medidas, algo que no es nuevo para Nintendo si vemos lo realizado con las New Nintendo 3DS, y lo que sirve de precedente tanto dentro como fuera de casa para que la próxima Switch sea un upgrade en todos los sentidos. ¿Dónde deberían estar más presentes?
La gente de Kimishima lleva tiempo diciendo que su terreno de juego es la tecnología asentada, la presente en la mayoría de hogares. Partiendo de ahí, y aunque a muchos les gustaría, dudo que New Switch (por ponerle un nombre) apueste por mejoras en la resolución, aunque sí que podría ofrecer subidas de rendimiento en la rapidez del software y en el incremento de frames en lo jugable. Una jugada similar a la que propuso New 3DS, vaya. Esta máquina podría servir para que los futuribles ports y third parties (los que salgan, pongamos, a partir de 2020) no solo aguanten mejor el tipo, también se equiparen al resto de plataformas.
El cambio importante de New Switch debe estar en el material, y especialmente en la ergonomía. Es capital que el próximo Dock no raye pantallas, por ejemplo, que cada Joy-Con por separado incluya los botones ZL y ZR y que se ofrezcan soluciones ante la ausencia de la cruceta y el stick derecho. Ya que hablamos de los sticks, estaría bien disponer de unos más robustos y con mayor superficie para el pulgar; no es que los actuales se escurran o rompan, pero sí que dan la sensación de ser algo endebles, aunque sea solo algo perceptivo.
Esto es lo que principalmente debería añadir la próxima Switch. Como cambios ligados al marketing imagino que ofrecerá una mayor ergonomía y una pantalla, sino mayor, como mínimo mejor, aunque no sean dos factores que la original adolezca. Veo tan posible una Switch XL como una Switch Mini, y seguro que ambas tendrán su mercado. Con respecto al cuándo, cabría esperar una primera actualización de la consola por los anales de 2020, siendo presentada durante los últimos meses del año que viene. Por aquel entonces empezaremos a ver cómo aguanta la máquina con algo más de recorrido, y seguramente las demandas saldrán solas. Aunque, hoy por hoy, ya las hay.
Foto de portada de PeterisBeter
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