PS Vita: más barata, más ventas
Puede parecer la mayor perogrullada de la historia, pero a veces es necesario reseñarla: PS Vita ha cuadruplicado sus ventas en la última semana en Japón después de la bajada que Sony aplicó en esa región del mundo. Las estimaciones hablan de hasta 40.000 consolas vendidas por las 10.000 de la semana pasada, una cifra que ya era elevada debido a que algunos comercios se habían adelantado, y que también comentamos en esta web.
Repito que puede ser la mayor de las perogrulladas, pero en ocaciones las compañías andan lentas de reflejos a la hora de aplicar medidas. Si ayer os comenté que Wii U se enfrenta a un serio problema con la falta de catálogo, PS Vita estaba sufriendo por un precio que los consumidores juzgan excesivo. Podríamos discutir acerca del catálogo de la consola, pero a estas alturas se puede decir que tiene varias propuestas interesantes y que, gracias a la llegada de PS4 y la integración con Gaikai, le espera un futuro esperanzador.
Más allá de la opinión que se pueda tener acerca de los movimientos de Sony respecto a su portátil, de la subida de ventas de PS Vita asociada al nuevo precio se pueden extraer varias conclusiones que nos pueden dar una pista interesante de por dónde van a ir los tiros en esta generación. Hay un dato demoledor que no deja lugar a dudas cuando hablamos de ventas de consolas en esta generación que ahora toca a su fin: aproximadamente un 40% de todas las PS3 y Xbox 360 que se han vendido ha sido después de una rebaja de precio. Estamos hablando de cerca de unos 60 millones de consolas, si tenemos en cuenta las cifras actuales, una cantidad nada desdeñable.
La sensación general es que a Vita, como a 3DS, le está sentando como un tiro la aparición de los smartphones y tabletas. No vamos a descubrir la sopa de ajo con esta afirmación, pero si algo hemos visto es que tanto Nintendo como Sony, aunque todavía esté por ver, han hecho despegar a sus máquinas cuando las han puesto a precios parecidos a las de sus predecesoras o incluso más inferiores. El consumidor, después de gastarse 200, 300 e incluso 600€ en un terminal que cambia cada dos o tres años, tiene claro que el desembolso por una portátil ya no es tan prioritario, menos a esos precios. ¿Para qué comprar una consola por 250€ cuando puedo tener un teléfono y una consola por un precio parecido?
Pero otro punto interesante a estudiar va a ser el del precio de la generación actual de consolas. Sabemos que a Nintendo no le duele cambiar de estrategia en pos del bien propio y puede que con Wii U tenga que adoptar una táctica similar a la de 3DS. ¿Por qué? Perdido el factor sorpresa que permitió a DS y Wii amasar montañas de dinero, la percepción general es que 3DS y Wii U son tecnología de hoy a precio de mañana. Y si bien a la portátil no le está yendo nada mal, y su buena oferta de juegos habla por ella misma, a la máquina de sobremesa paece irle peor.
No es sólo una cuestión de falta de catálogo, como hablábamos ayer, sino que por cien euros menos de lo que cuesta el pack premium de Wii U, un jugador se puede hacer con una PS3 Super Slim. Conociendo como gusta Sony de alargar la vida de sus consolas, el precio de PS3 puede ocasionar una sangría en Nintendo. Si la multinacional no tiene un catálogo que empuje a los jugadores a por la máquina, tendrá que crearles esa necesidad apelando a un precio irresistible. A nadie se le escapa que, cuanto más barata sea la máquina, más consolas van a vender... Es de primero de perogrullo.
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