Parecidos entre The Last of Us Parte II y The Walking Dead más que razonables
Llevo unas diez horas jugadas a The Last of Us Parte II. En ese tiempo he vistos dos escenas, una en cinemáticas y otra en tiempo de juego activo que me han encantado. Hablaré de ellas con spoilers, así que si no habéis llegado a la parte en la que aparecen unos señores que se creen Robin Hood y que se han tragado a Pepito Grillo (dame un silbidito), no sigáis leyendo.
Neil Druckmann nunca ha tenido mayor problema en reconocer sus influencias. El juego original era un compendio de escenas de películas. Lo original no era lo que se contaba o cómo se enseñaba. Sino cómo se jugaba a todo eso, cómo tomábamos decisiones y la avatarización en sus personajes. Con esta segunda parte ocurre lo mismo. Aquí importa jugar con Ellie, sufrir con ella y decidir sin decidir a su lado. Y lo digo porque si Hijos de los hombres, The Road o las pelis de Romero fueron claves en la primera entrega, en esta ocasión lo es la serie de The Walking Dead.
La primera de las secuencias potentes del juego es la de un grupo que se arremolina en torno a Joel. La que parece su líder lo tumba y le da una paliza con un objeto romo y contundente. Mientras le da una tunda, obliga a Ellie, una persona que lo ama, a mirar. Finalmente, Joel muere de un golpe en la cabeza letal. Esta escena es una copi…; perdón, un sentido homenaje a la escena en la que Negan, armado con Lucille, le abre la cabeza a Glenn mientras Maggie mira. La impotencia de ella, la derrota de él y la ira del que golpea están aquí representadas.
Lo otro que coge Druckmann de The Walking Dead es la costumbre de Los Salvadores de silbar para alertar de su presencia. Cuando avanzamos por el parque y nos encontramos con un grupo de matones que avanzan en manada, silban para hablar entre ellos y para infundirnos pavor. Los Salvadores, por cierto, se dice ‘The Saviors’ en inglés. Muy parecido a ‘The Scars’.
La influencia de los cómics de Kirman en su versión televisiva es comprensible. The Walking Dead está en un punto similar a cómo está ahora The Last of Us Parte II: tras sobrevivir a varias oleadas del brote, hay que pensar en seguir hacia adelante, hacer comunidad y reconstruir el mundo. No estoy criticando estas mimesis, al contrario, porque me han gustado. Creo que toda idea procede de otra idea, y convertir en jugable lo que más le apasiona a un autor de otro medio es algo honesto, sincero y que le deja espacio para introducir sus propios matices. Dark Souls y Bloodborne es Berserk, en realidad. The Last of Us Parte II son las temporadas más recientes de The Walking Dead. Y muy bien todo, oiga. Porque estas dos escenas funcionan como un tiro en el juego. Si se copia bien y con estilo, perfecto.
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