Opciones jugables a gusto del consumidor

Si hay algo que llega a generar sentimientos contradictorios en cuanto a la jugabilidad son los QTE. Algo que empezó incluso en la anterior generación y que nos mostró una forma diferente de enfocar la acción. Puede que una de las experiencias que más me marcaron fuese Farhenheit, que nos sumergió en esa historia de suspense que mezclaba lo paranormal con la ciencia ficción. Y al principio parecía tener sentido, cuando estas pulsaciones seguían de algún modo los movimientos que debía seguir el personaje.

 

Pero, como en tantas ocasiones, este sistema se estandarizó y empezamos a ver a God of War, Resident Evil o Call of Duty envolver sus entregas con esta práctica. Y acaba ocurriendo lo inevitable, llegamos al punto en el que perdemos la estrategia y sobretodo el ritmo del juego. Porque, cuando vimos por primera vez Ryse Son of Rome, captamos su espectacularidad, pero nos dimos cuenta de que tan solo tendríamos que acertar a pulsar los botones que nos marcaban en pantalla para acabar con los enemigos. Y eso no nos gustó tanto -al menos a algunos. En aquellos escenarios tan logrados y esa potencia Nex-gen explotándonos en la cara, nos faltaba el baile en el combate. Toda la experiencia se acababa reduciendo a pulsar en el momento oportuno.

 

Pero el momento es aún peor cuando estos Quick Time Events aparecen para cortarnos el rollo. Esos casos en que simplemente se usan para abrir una puerta o tirar de una cuerda obligándonos a aporrear el mando a todo meter. ¿Qué finalidad tiene, desarrollar nuestros pulgares? Lo cierto es que no es algo que el juego necesite. No es un movimiento que venga requerido por la historia y no supone dificultad. Al final queda como una pérdida de tiempo. Más nos descolocan esos momentos en que nos relajamos viendo una cinemática y de repente el juego nos pide intervenir con unos inesperados QTE. Por supuesto los fallamos por encontrarnos inmersos en el video y no estar preparados. Incluso es posible que hayamos dejado el mando en la mesa.

 

¿No sería estupendo que pudiéramos quitarnos esos momentos machacabotones de en medio? Pues a muchos de nosotros seguro que nos encantaría. Y ahora alguno que otro ha decidido hacerlo posible, como Mercury Steam. La gente de Enric Álvarez ha hecho que, en el nuevo Castlevania Lords of Shadow 2, tengamos una opción en el menú de pausa que nos permita desactivar los Quick Time Events. Realmente podría ser una buena práctica para aquellos que se centran, por encima de todo en vivir la historia. Si queremos seguir los acontecimientos lejos de esos cortes. Puede que este Castlevania esté más cerca de ofrecer una jugabilidad al gusto.

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